San Francisco. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió en privado este jueves en California con la viuda y con la hija del opositor ruso Alexéi Navalny, fallecido recientemente en una cárcel en el Ártico, informó la Casa Blanca.
Biden expresó a Yulia y a Dasha Navalnaya "sus sentidas condolencias por tan terrible pérdida", en un encuentro en la ciudad de San Francisco, indicó la Casa Blanca en un comunicado en el cual reafirmó su anuncio de sanciones a Rusia.
En su reunión, "el presidente expresó su admiración por el extraordinario coraje de Alexéi Navalny y su legado de lucha contra la corrupción y por una Rusia libre y democrática", señaló el texto.
Biden "subrayó que el legado de Alexéi continuará a través de personas de toda Rusia y de todo el mundo que lloran su pérdida y luchan por la libertad, la democracia y los derechos humanos".
En las imágenes difundidas por la Casa Blanca, se ve a Biden abrazando a Yulia, viuda de Navalny, e inclinándose hacia delante mientras habla con ella y con su hija Dasha, estudiante de la Universidad de Stanford.
Yulia, que se ha comprometido a continuar con la oposición que su difunto marido hizo al mandatario ruso, Vladimir Putin, "no se rinde", dijo Biden.
Foto Afp/ Casa Blanca
- "Matones" -
Biden también apuntó directamente al líder ruso, al reafirmar que su administración revelará sanciones el viernes "contra Putin, que es responsable de su muerte".
Estados Unidos y sus aliados han impuesto una batería de sanciones contra Rusia desde que invadió Ucrania en febrero de 2022.
El gobierno de Biden anunció que el viernes sancionará a más de 500 entidades implicadas en apoyo a la "maquinaria bélica" de Rusia.
Navalny, que purgaba una pena de 19 años de prisión por "extremismo" en una colonia del Ártico ruso, murió el 16 de febrero, según los servicios penitenciarios.
Sobrevivió milagrosamente a un envenenamiento en agosto de 2020, del que se recuperó en Alemania, antes de regresar a Rusia en enero de 2021 y ser detenido.
La madre de Alexéi Navalny, Liudmila Navalnaya, afirmó el jueves que pudo ver el cuerpo de su hijo, pero denunció "chantajes" para forzarla a que sea enterrado "en secreto".
"Me están chantajeando (...). Quieren que todo se haga en secreto, sin ceremonia, quieren llevarme al fondo de un cementerio, cerca de una tumba recién cavada, y decirme: 'aquí yace tu hijo'. No estoy de acuerdo con eso", afirmó en un video publicado por sus allegados.
El Kremlin se ha negado a decir cuándo se entregará el cuerpo y ha tachado de "histéricas" las acusaciones occidentales.
"Los rusos tienen que devolverle a su hijo", declaró el jueves a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby.
Putin ha guardado silencio sobre la muerte de su principal oponente político.
Gobiernos occidentales y figuras de la oposición rusa han acusado al Kremlin de ser responsable de su muerte. Biden culpó previamente a Putin y a sus "matones".