Ottawa. Un canadiense que en 2021 atropelló deliberadamente con su furgoneta a una familia musulmana cerca de la ciudad de Toronto fue condenado el jueves a cadena perpetua por "actividad terrorista".
El tribunal que lo juzgó lo calificó de seguidor del supremacismo blanco.
"Estimé que sus acciones constituían una actividad terrorista", dijo Renee Pomerance, jueza del Tribunal Superior de la provincia de Ontario (sur), al condenar al acusado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional durante 25 años.
El 6 de junio de 2021, Nathaniel Veltman atropelló a cinco miembros de la familia Afzaal en London, provincia de Ontario, matando a ambos padres, su hija de 15 años y la abuela. Sólo sobrevivió un niño de nueve años, que resultó gravemente herido.
En noviembre pasado, tras un proceso de diez semanas, un jurado dictaminó la culpabilidad de Veltman, que hoy tiene 23 años, tipificándole cuatro asesinatos y un intento de asesinato.
"Quienes cometen delitos terroristas esperan recibir (esa) atención, la planifican. Este caso no es una excepción", explicó Pomerance. "No sólo anticipó las consecuencias de sus acciones, sino que trató de hacer sufrir a las víctimas", alegó.
Veltman había previsto su detención y "quería concitar la mayor atención posible", concluyó la jueza, añadiendo que el condenado mostró "alivio, entusiasmo y orgullo" tras pasar al acto.
En Canadá, un veredicto de culpabilidad por un cargo de asesinato premeditado conlleva automáticamente una pena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional durante 25 años.
Veltman se declaró inocente al inicio de su juicio, a principios de septiembre, argumentando que ese día estaba "aturdido" en sus pensamientos. Su defensa impugnó el concepto de premeditación e insistió en sus trastornos mentales.
Al no tener antecedentes penales ni afiliación conocida a una organización extremista, Veltman explicó que se trataba de un gesto político porque quería "enviar un mensaje fuerte" contra la inmigración.
Este asesinato múltiple es uno de los ataques más mortíferos contra musulmanes en Canadá, después del tiroteo en una mezquita de la provincia de Quebec que dejó seis muertos en 2017. El autor de este ataque, un supremacista canadiense, no había sido acusado de acto de terrorismo.