Santa Cruz. El vicepresidente Bolivia, David Choquehuanca, pidió el jueves el apoyo de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Unión Europea (UE) para remover a la hoja de coca de la lista 1 de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961.
"Invito a unir fuerzas en busca de activar el proceso de examen crítico de la actual clasificación de la hoja de coca como estupefaciente en la Lista 1", afirmó en su intervención en la XXIV Reunión de Alto Nivel del Mecanismo de Coordinación y Cooperación en Materia de Drogas Celac-UE", en La Paz.
Según la autoridad boliviana, la liberación de la hoja de coca debe abordarse en tres frentes: el informativo, judicial y político, defendiendo la premisa de que el "el uso ritual de la hoja de coca no es toxicomanía".
"Han tratado de hacer creer al mundo que la hoja de coca es droga. Aquí mismo, en las escuelas, les enseñaban a los niños que la hoja de coca era droga. El mundo necesita saber sobre las cualidades alimenticias y medicinales que tiene la hoja de coca. Hay varias investigaciones al respecto", indicó.
En junio de 2023, el Gobierno de Luis Arce solicitó activar un proceso para revisar la clasificación de la hoja de coca como estupefaciente en la lista 1 de la Convención de 1961, a través de un examen crítico por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La iniciativa busca reparar un "error histórico" en el régimen del control de drogas de la ONU sobre la hoja, que es usada por los pueblos indígenas de Sudamérica de manera ancestral.
Bolivia es el tercer productor de coca en América del Sur, con aproximadamente 30.500 hectáreas, por detrás de Colombia y Perú, según datos de la ONU.
La comercialización de la hoja de coca es legal en Bolivia para el tradicional "acullico" (masticado), en infusiones de mate y y en medicina tradicional.
No obstante, la coca que es desviada al mercado ilegal es empleada en la elaboración de cocaína.