El historietista Juanele, conocido en círculos académicos como Juan Manuel Ramírez de Arellano, físico, investigador, profesor y creador de los graciosos y estrambóticos cómics de sus personajes Patote y La abuelita karateka, lanzó su nueva narración gráfica, Physics Comics and Stories (que podría traducirse como Cuentos de física), elaborada a partir de un guion de su colega estadunidense Roger A. Freedman, autor del libro de texto clásico Física universitaria e integrante del primer comité organizador de la Comic Con de San Diego, en 1970.
La colaboración con el profesor Freedman me ha abierto un camino adicional en la divulgación científica: el mundo de los cómics como herramienta educativa. Estoy disfrutando mucho esta nueva vertiente artística que combina las dos actividades que tanto disfruto
, comentó el autor de Moquito y la leyenda colonial (2018), historieta de humor y fantasmas publicado con auspicio de la beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes para Jóvenes Creadores.
“Mi principal trinchera en la divulgación científica es, sin duda, mi salón de clases. Me gusta mucho enseñar, otra pasión heredada por mis padres (ambos, profesores universitarios), y busco que mis alumnos no solamente aprendan los contenidos de la materia específica que esté impartiendo, sino que además desarrollen un auténtico modo científico de analizar el mundo con base en el contraste con la evidencia disponible y con apertura de ideas. El científico –como les digo con ahínco a mis estudiantes– no puede ser un fanático apegado a una idea fija, sino al contrario, debería estar dispuesto a cambiar de opinión si la evidencia disponible le muestra que estaba equivocado.”
Afirmó: “Mis papás me fomentaron el gusto por la ciencia, llevándome a museos y con libros de divulgación que hablaban de robótica, exploración espacial o biología. Mi elección de estudiar física en la UNAM fue bastante natural. Parte esencial de mi labor es la escritura de artículos científicos en revistas internacionales arbitradas, de los que llevo ya 20 publicados dentro de la ciencia computacional de materiales y la física de estado sólido. También he publicado algunos artículos de investigación educativa, un libro de física para la formación en secundaria y más recientemente –junto con colegas del Tecnológico de Monterrey, donde soy profesor investigador– un manual para desarrollar actividades experimentales, así como un libro de texto de física para preparatoria.
“A la par de que se desarrollaba mi gusto por la ciencia, mis papás me fomentaban su gusto por los cómics. Ávidos lectores de historietas, en la colección en casa había de todo tipo y de todos los géneros, de modo que desde muy chico me interesó hacer mis propios cómics. Con el tiempo, también en este campo encontré cabida e incluso llegué a trabajar un poco en diversas revistas, como Mad México y El Chamuco. En 2007 gané un concurso de historieta donde los jueces fueron Hernández y Helguera (moneros de La Jornada). Haber logrado ese reconocimiento me motivó a perseguir con mayor entusiasmo mi pasión por hacer cómics.
“Desde entonces he lanzado varios libros, tanto autopublicados como en Editorial Resistencia, a la que considero mi casa, llena de amigos que fomentan mi creatividad. Ahí llevo hasta ahora 11 títulos, incluyendo Moquito y la leyenda colonial, El que tranza avanza y Chancho, así como Golpe a la crisis y en inglés, Family Feast, autopublicados.”
Además, acaba de publicar digitalmente Inhalando inspiración y otras historias de Patote, disponible en Amazon (https://www.amazon.com.mx/dp/B0CTYM91DW?fbclid=IwAR1J
c7sHq3JoSmx5DQZJY1llYgLZPCaS
RAscv7cSG0fZUODycvNvyq8Qfwk).
Vuelo de aviones
Sobre su colaboración con Freedman, explicó que en 2017, gracias a Gaby Maya (ilustradora y pionera de la difusión de las historietas y las series de dibujos animados japoneses) y a Michael Towry (uno de los fundadores de la Comic Con de San Diego, cuando tenía 14 años), fui invitado a la convención de cómics San Diego Comic Fest, actividad pequeña que permite a los autores y al público intercambiar ideas y convivir
.
Ahí conoció a Freedman, quien ese mismo año “visitó México como parte de las giras de promoción de su libro de texto. Lo invité a dar algunas pláticas sobre física, educación y otra de sus pasiones, la física del vuelo de los aviones. Piloto certificado, tenía pensado desde hace tiempo hacer cómics sobre ciencia, y al conocerme intuyó que yo podría ser el colaborador ideal para ayudarlo en ese proyecto. Cuando me lo propuso, acepté gustoso, y empezamos a trabajar en un guion preliminar. Preparamos a los personajes y empezamos a elaborar las páginas. El nombre de Physics Comics and Stories es un homenaje al trabajo de Carl Barks (publicado en México por la mítica Editorial Novaro, como Cuentos de Walt Disney), uno de los mejores autores de cómics que han existido; en mi opinión, el mejor. Sus historias de El pato Donald y el Tío Rico nos influyeron tremendamente a ambos.
“La historia de la física del vuelo que presentamos a inicios de este año en el congreso de la Asociación Estadunidense de Profesores de Física, que se llevó a cabo en Nueva Orleans, incluye varias referencias ocultas. La primera es la matrícula del avión, LN-ITA, que se refiere a Elena, una de las protagonistas, cuyo nombre es un homenaje a mi esposa Elenita. También incluimos un homenaje al cómic The Rocketeer, del finado historietista Dave Stevens. En nuestra historia, el gato Kepler y la ardilla –que no tiene nombre– utilizan cohetes propulsores parecidos a los que aparecían en The Rocketeer, pero atención, porque el modelo que usamos está basado en el cómic, no en la película (Joe Johnston, 1991)”, señaló.
Precisó: actualmente tenemos disponibles de forma gratuita en línea dos números, uno dedicado a la fuerza de fricción dentro de la mecánica clásica y el de física del vuelo. Serán siempre gratuitos, aunque la idea a largo plazo es que el resto de los capítulos forme parte del nuevo libro de texto del profesor Freedman
, y se encuentran en la dirección electrónica https://bit.ly/3Hlvw6A.