Ciudad de México. Las condiciones de inseguridad en el país son el principal obstáculo para el crecimiento de las empresas en México; en orden de aprovechar la relocalización de cadenas de suministro (nearshoring) no sólo se requieren medidas económicas, como estímulos fiscales “muy de fondo” para atraer más inversiones, sino garantías de seguridad pública, advirtió el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
Prácticamente siete de cada diez personas consultadas para el Índice Mexicano de Confianza Económica (IMCE) que elabora el IMCP reconocen en las “condiciones de inseguridad en el país” el principal obstáculo para que las empresas crezcan en México. Le siguen la falta de capital, la disponibilidad de financiamiento y la corrupción.
En conferencia de prensa, Ernerto O’Farril Santoscoy, presidente de la Comisión de Análisis Económico del IMCP, reportó que para aprovechar la relocalización, conocida por el anglicismo nearshoring, también se requieren políticas de fortalecimiento de los organismos reguladores y de impulso industrial; aumentar la inversión en infraestructura; elevar la calidad y cantidad en educación y capacitación de la fuerza laboral; así como promover las energías limpias y la sustentabilidad.
Al recuperar los datos preliminares sobre inversión extranjera directa (IED), que el año pasado toco un monto sin precedente de 36 mil 58 millones de dólares, O’Farril Santoscoy enfatizó que “en términos relativos”, el resultado de estos flujos hacia la economía mexicana “no es bueno”.
De accuerdo con los datos preliminares reportados por la Secretaría de Economía, la IED el año pasado equivale a sólo 2 por ciento del producto interno bruto (PIB) de 2023, “un descenso sistemático desde el 2.7 por ciento del PIB (que representó en) 2018”, comentó el integrante del IMCP.
También se observa que la mayor captación de capitales se concentró en la primera mitad del año, cuando sumó 29 mil millones de dólares, el 80 por ciento de los flujos reportados de manera preliminar por Economía. Y la mayor parte en reinversión de utilidades y no nuevas inversiones.
“La reinversión de utilidades representa 74 por ciento del total de la inversión, seguido por préstamos y pagos realizados entre compañías del mismo grupo corporativo (13 por ciento). Solo 13 por ciento del total corresponde a la incorporación de nuevos inversionistas extranjeros o empresas en México”, acotó Santoscoy.
A inicios de la semana, el subsecretario de Comercio Exterior destacó que la reinversión de utilidades es evidencia de la relocalización, pues muestra confianza en la economía mexicana, según lo declarado por el funcionario; al tiempo que se recibieron anuncios de inversión por 110 mil millones de dólares a desplegarse en los próximos años.
Santoscoy consignó que, de acuerdo con un estudio del Instituto Tecnológico de Monterrey, firmado por el investigador Roberto Durán, México sólo está captando el 15 por ciento de los flujos de inversión que se generan por el fenómeno del nearshoring; mientras Filipinas o Vietnam, e incluso Brasil, “están aprovechando de una mejor forma este fenómeno global captando montos superiores de inversión en plantas industriales”.