Berlín. El balance en la casi recta final por el Oso de Oro en la Berlinale no deja de sorprender y en este caso por el protagonista de Pepe, un hipopótamo. El joven dominicano Nelson Carlos de los Santos Arias llega a Berlin con un trabajo semi documental en el que la figura protagonista es un hipopótamo llamado Pepe.
Una grave voz de fondo lleva el hilo narrativo; Pepe un hipopótamo cuenta la historia de cómo llego de África a Colombia.
Con imágenes de archivo, en la primera escena se aprecia cómo elementos de seguridad en Colombia transportan desde los tejados de una casa en Medellin, el cadáver de Pablo Escobar Gaviria, el narcotraficante más buscado en los años noventa también llamado el zar de la Cocaína.
Este es el contexto histórico para entender qué es lo que a lo largo de la película el espectador intentará comprender.
En los años ochentas el narcotraficante trajo desde África de manera ilegal tres hipopótamos hembra y un macho. En aquel tiempo los controles no eran tan estrictos evidentemente.
Los ejemplares eran parte del capricho de tener un zoológico privado en su hacienda, la Hacienda Nápoles en la población de Puerto Triunfo en el departamento de Antioquía en Colombia.
Otras especies exóticas que según datos superan las 1500 también formaban parte del zoológico privado de Pablo Escobar. Jirafas, leones o tigres.
A más 40 años de aquel capítulo, los hipopótamos se han reproducido sin control alguno convirtiéndose ya en una especie invasora que amenaza con alterar las leyes del ecosistema en la selva colombiana siendo incluso un peligro para los habitantes.
El filme Pepe se desarrolla en tres lenguas, dos africanas y español. Inicia con un grupo de turistas alemanes que se encuentran de vacaciones en África. El guía explica de manera somera cual es el comportamiento de los hipopótamos y cómo los habitantes conviven con ellos.
La voz del hipopótamo Pepe sigue narrando y la siguiente escena muestra la llegada en contenedores de madera bajo condiciones impensables para los hipopótamos a Colombia y bajo estricto secreto para todos aquellos trabajadores que fueron contratados para que los hipopótamos llegaran a Puerto Triunfo.
La historia continúa en su parte ficcional cuando pescadores de la región, ajenos a semejante extravagancia se topan con una especie de animales que les era desconocida y que por sus dimensiones les provoca temor además de alterar sus tareas cotidianas en la pesca.
En 2009 Pepe fue ejecutado a tiros cuando había salido del territorio en que se encontraba con otros hipopótamos y convertirse en un peligro para los pobladores.