Oriental, Pue. En una abierta descalificación a la movilización opositora del domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que disfrazados de demócratas
, los que eran los más tenaces violadores de los derechos del pueblo
pretenden regresar al poder para recuperar sus privilegios. En este sexenio eso se acabó “y por esto están enojados y (emprenden) campañas llamándome narcopresidente” o la otra lanzada
es que él es un dictador.
En su conferencia efectuada en esta entidad, el mandatario expresó que quienes fueron al Zócalo, que representan a la vanguardia de los conservadores porque llegan a ser hasta 15 o 18 millones de personas, aseguran ser defensores de la democracia. Pero en realidad se refieren a su democracia, la que no considera al pueblo, la que funciona nada más como parapeto del dominio de la oligarquía en el país, de los ricos, de las minorías.
Además de los señalamientos de que está en riesgo la democracia, para López Obrador la otra lanzada va en el sentido de que soy un dictador. Fíjense, es como el mundo al revés, ellos son los demócratas, nosotros somos la dictadura; ellos no tienen nada que ver con el narcotráfico, nosotros somos los narcotraficantes
. Cuando en realidad en el momento en que varios de ellos estaban en el poder se conformó un narcoestado, pero –señaló– ese sí con pruebas, no con acusaciones sin fundamentos.
Para el mandatario, el origen de estas diferencias es que no están contentos con que se haya terminado la corrupción, con que se haya puesto fin a los privilegios del poder económico. No pagaban impuestos, por eso, indicó, desde que llegó su gobierno las contribuciones pasaron de 3 billones de pesos a 4.5 billones de pesos; es decir, 1.5 billones de pesos más en cinco años.
Quieren regresar
Sin matices, fue explícito en lo que consideró fueron las motivaciones de la movilización: “Las protestas, los enojos, como la manifestación de ayer (domingo), porque los que estaban antes, ya sea en el gobierno o ya sea los que se beneficiaban con la corrupción, están inconformes y quieren regresar.
México es un país libre, por eso pueden expresarse
, y reconoció que los adversarios se han portado bien porque no han pasado de los insultos, porque también son muy autoritarios, además de corruptos, son fachos
.
En este sentido, aseveró que los intelectuales del movimiento opositor son los más perversos y enfocó sus críticas hacia el orador principal, Lorenzo Córdova, ex consejero presidente del Instituto Nacional Electoral. ¿Con qué autoridad moral, si él era un empleado de Peña? Peña le ordenó que les diera candidaturas a quienes ni siquiera reunían las firmas para ser candidatos, recibía órdenes
.
Lo acusó de avalar la imposición de un modelo de debate muy agresivo que se copió de Estados Unidos para favorecer a sus adversarios y que se sustentaban en una concepción de espectáculo mediático, lo que favoreció el comportamiento de sus opositores en aquella ocasión.
Se me viene (Ricardo) Anaya. Ya lo tenían armado. Aquí traigo, hice así. Y miren lo que traigo aquí también, no se lo saqué, sí, el detente. Pero hice así, cuidando mi cartera, porque son muy corruptos
, dijo.