La Haya. El ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, Riyad al Maliki, denunció este lunes ante el máximo tribunal de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en La Haya que su pueblo sufre "colonialismo y apartheid" bajo la ocupación israelí.
"Los palestinos sufren colonialismo y apartheid (...) Hay quienes se enfurecen por estas palabras. Deberían enfurecerse por la realidad que estamos sufriendo", argumentó el ministro en el Palacio de la Paz de la Haya, sede de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
La CIJ abrió esta semana una serie de audiencias para analizar las consecuencias legales de la ocupación de Israel de los territorios palestinos desde 1967.
Se espera que un récord de 52 países, incluyendo Estados Unidos, Rusia y China, testifiquen en este proceso en La Haya.
Israel no participará en las audiencias, pero presentó una contribución escrita con fecha de 24 de julio de 2023, en la que instó al tribunal a desestimar la solicitud.
Riyad Al Maliki pidió a la Corte que declare ilegal la ocupación y ordene que se ponga fin "de forma inmediata, total e incondicional".
"Al pueblo palestino se le ha denegado la justicia durante demasiado tiempo", afirmó.
"Es hora de poner fin al doble rasero" que el pueblo palestino ha sufrido "durante demasiado tiempo", añadió.
El tribunal celebra estas audiencias después de que la Asamblea General de la ONU solicitó a la corte en diciembre de 2022 su "opinión consultiva" sobre las "consecuencias jurídicas derivadas de las políticas y prácticas de Israel en los Territorios Palestinos ocupados, incluyendo Jerusalén Este".
El pronunciamiento de la CIJ no será vinculante, pero cualquier decisión del tribunal es analizada con mucha atención en medio de la creciente presión jurídica internacional sobre Israel desde el inicio de la guerra en Gaza, desencadenada tras el ataque del movimiento islamita palestino Hamas del 7 de octubre.
Las audiencias que comenzaron este lunes corresponden a un caso independiente del recurso de emergencia presentado por Sudáfrica que argumenta que Israel violó la Convención para la Prevención de Genocidios durante la ofensiva en Gaza.