En el actual proceso electoral predominan los chapulines políticos, cuyo objetivo es ser candidatos sin importar las siglas. El abanico es muy amplio e incluye a personajes señalados por diversas irregularidades o escándalos.
Van desde haber apoyado fraudes comiciales, como ocurrió con el ex priísta Eugenio Hernández, ex gobernador de Tamaulipas, quien además es señalado por presuntos vínculos con el narcotráfico y tiene una solicitud de extradición firmada por el gobierno de Estados Unidos en 2018; será postulado por el PVEM al Senado, hasta familiares de ex funcionarios cuestionados por el actual gobierno.
Las mayores fugas las registra el PRI, y se dan hasta en los estados donde la coalición opositora va separada, pero es el PVEM uno de los que más impulsa candidaturas controversiales. Contra esta práctica, el ala crítica de Morena en Yucatán integró el “movimiento antichapulines”, que ha organizado sondeos para determinar si ex militantes del PRI o del PAN, e incluso del mismo partido, merecen
ser abanderados a la gubernatura o a la alcaldía de Mérida por la 4T, como es el caso del ex clavadista Rommel Pacheco, quien como legislador del PAN fue un duro crítico del actual gobierno.
A principios de enero, más de 3 mil morenistas protestaron en Puebla en rechazo al arribo del empresario José Chedraui Buidib, ex coordinador estatal del comité de financiamiento privado de Enrique Peña Nieto en la campaña de 2012, quien ahora busca la presidencia municipal de la capital poblana.
Asimismo, contra la postulación, por el PVEM, de Jorge Estefan Chidiac, ligado a los gobiernos de Peña Nieto y Felipe Calderón, así como de la alcaldesa de Xicotepec, Guadalupe Vargas Vargas, hija de Ardelio Vargas Fosado, ex delegado del desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional, y a quien el presidente Andrés Manuel López Obrador exhibió como perfil cercano a Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública.
Entre los priístas que brincaron al PAN tras romperse la alianza entre ambos partidos en Campeche está Jorge Chanona Echeverría, secretario estatal de Desarrollo Social con Alejando Moreno, actual dirigente nacional del tricolor.
MC es otro partido que destaca por postular a políticos que renunciaron a sus filas de origen. Entre ellos, las ex dirigentes de PRI y PRD, Claudia Ruiz Massieu y Alejandra Barrales, respectivamente.
También está Gustavo de Hoyos, ex presidente nacional de Coparmex y quien fuera promotor del frente opositor, y que ahora será uno de sus candidatos plurinominales a la Cámara de Diputados.
El partido naranja, que recientemente recibió en sus filas a 14 ediles chapulines de PRI y PAN en Monterrey, también postulará al Senado a Carlos Herrera Tello, ex secretario de Gobierno y socio del ex gobernador perredista de Michoacán Silvano Aureoles.
Veracuz tampoco es ajeno al salto de priístas a la 4T, ya sea mediante Morena o el PVEM: Anilú Ingram Vallines renunció al tricolor junto con 800 militantes por diferencias con Alito Moreno, y después anunció su incorporación al PVEM, lo mismo que Fernando Kuri. Otros casos sonados son los del yucateco ex priísta Jorge Carlos Ramírez Marín, quien aspira a repetir como senador con las siglas del PVEM.
De Morena se pasaron al PRI Rafael Echazarreta Torres, tras su fallido intento de ser abanderado a la alcaldía de Mérida; la ex dirigente estatal Alpha Tavera y la delegada de Relaciones Exteriores en Yucatán, Mariana Cruz Pool, acusando al candidato a gobernador, Joaquín Díaz Mena, de relegarlos por incorporar decenas de priístas a su campaña, entre otros.
Con información de L. Chim, E. Gómez, L. Boffil, E.Martínez, A. Heras y R. Robledo, corresponsales