Madrid. Miles de personasse manifestaron en las calles del centro de Madrid para expresar su “apoyo a la lucha del pueblo palestino” y para exigir sanciones internacionales al Estado de Israel, al que acusaron que perpetrar un “genocidio” a través de acciones “terroristas”. A la marcha, convocada por la Asamblea de Madrid por Palestina, se sumaron hasta seis ministros del gobierno español, entre ellos la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y un dirigente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Óscar Puente, titular de la cartera de Transportes.
Más de 40 organizaciones civiles, los dos principales sindicatos del país, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), y los cuatro principales partidos de izquierda de la región, el PSOE, Sumar, Más Madrid y Podemos, se manifestaron contra la “masacre” del Estado de Israel sobre el pueblo palestino, sobre todo en la franja de Gaza, y que ya ha dejado más de “27 mil víctimas mortales”. De ahí que durante la manifestación que insistiera en dos mensajes claros: “Fin a la masacre” y “No a la impunidad”.
La marcha recorrió el centro de Madrid, al partir de la glorieta de Atocha, a costado de la estación de trenes, para llegar hasta la Puerta del Sol, que fue donde se leyó el manifiesto común en el que insistieron en que “las cifras son a veces como la lluvia; desde lejos, a cubierto, no nos mojan y nos acostumbramos de tal manera a su rumor incesante que al final no las oímos caer. La masacre israelí en Palestina no es la lluvia que cae detrás de la ventana. Es un aguacero que retumba desde hace cuatro meses en la conciencia de la humanidad -el más reciente y atroz de los que sufre el pueblo palestino desde hace 75 años”.
Y así enumeraron que desde hace cuatro meses han muerto bajo las bombas israelíes más de 27 mil ciudadanos de Gaza, entre ellos 12 mil menores; otros ocho mil se encuentran desaparecidos. Hay además más de 66 mil heridos y unos mil menores con miembros amputados. Además de denunciar que “el personal sanitario y los periodistas son sistemáticamente asesinados o secuestrados. Más de la mitad de los edificios han sido destruidos y un millón setecientos mil palestinos han sido desplazados de sus casas y malviven como refugiados en el sur de Gaza, también sometidos a ataques israelíes”.
Por eso su denuncia se entremezclo con la rabia y la frustración: “No es lluvia. No es un aguacero. Es una masacre. Conocemos estas cifras y estos datos, renovados fatalmente cada día. Podemos conocer también, si los buscamos, los nombres de los niños asesinados. Hace poco se publicaba una lista provisional encabezada por Abd al-Yawad Mizar Yamal, asesinado sin haber cumplido un año, y cuyo último nombre es el de Ziad Youssef Yunis Abu Assi, un adolescente de diecisiete años. Está bien que no los reduzcamos a un número, que pronunciemos sus nombres en voz alta, que a través del nombre lleguemos a la madre que se lo puso, pero estamos hablando, en cualquier caso, de una lista de muertos”.
Esta manifestación, sensiblemente más pequeña que la de enero pasado, en la que congregaron más de 20 mi personas, reunió a seis ministros del gobierno, español, incluido a Óscar Puente, el primer dirigente del PSOE que suma como miembro del gobierno y líder del partido a estas movilizaciones a favor del pueblo palestino. El propio ministro explicó su presencia en la protesta se debe a que “tenemos que conseguir que cesen las muertes y las agresiones a los inocentes, tenemos que conseguir la liberación de todos los rehenes y tenemos que conseguir que se abra un proceso de diálogo a través de una conferencia en la que se llegue a un acuerdo para que Israel y Palestina puedan vivir en paz. Además de Puente también estuvieron presentes los ministros del gobierno español que proceden de la coalición de izquierdas Sumar, encabezados por su líder y vicepresidenta del gobierno, Yolanda Díaz, y por los responsables de las carteras de Sanidad, Cultura, Derecho Sociales e Infancia, Monica García, Ernesto Urtasun, Pablo Bustinduy y Sira Rego, respectivamente.