Río de Janeiro. Brasil, el segundo mayor fabricante de vehículos de América Latina, detrás de México, experimenta un renacer en el sector automotriz que puede catapultarlo nuevamente al liderazgo de la región, puesto que ostentó durante décadas y que perdió en 2014, según los datos de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA).
En los últimos años, Brasil ha vivido tiempos oscuros en lo que se refiere a fábricas de automóviles, con el cierre de plantas importantes como Ford (tres unidades), Toyota y Mercedes-Benz, perdiendo miles de puestos de trabajo y reduciendo su producción.
Sin embargo, en los últimos meses las cosas parecen haber cambiado. En pocos meses, seis grandes fabricantes de automóviles han anunciado inversiones por valor de casi 31 mil millones de reales (unos 6 mil 200 millones de dólares), lo cual permitiría que Brasil vuelva a disputarle a México el honorífico puesto de mayor fabricante automovilístico de América Latina.
Según los datos más recientes de la OICA, en 2022 México fabricó 3 millones 509 mil 72 vehículos, un 10 por ciento más que en 2021, mientras que Brasil aumentó su producción en 5 por ciento, con 2 millones 369 mil 769 unidades fabricadas. Una diferencia de más de un millón de vehículos que podría reducirse en los próximos años.
Comienzan a regresar las inversiones
Entre las inversiones anunciadas, destacan las de las compañías chinas BYD y GWM, con alrededor de diez mil millones de reales (unos 2 mil millones de dólares) en el país, para construir nuevas plantas.
La mayor inversión en Brasil fue anunciada por Volkswagen a inicios de febrero.
La automotriz alemana invertirá 9 mil millones de reales (mil 800 millones de dólares) en el país entre 2026 y 2028, además de 7 mil millones de reales (unos mil .400 millones de dólares) ya anunciados para 2022 y 2026.
Inicialmente, el importe cubrirá el desarrollo y la producción de cuatro nuevos coches, previstos para 2024. Entre las novedades, la marca ya ha confirmado que lanzará una camioneta pick-up, que deberá competir con la Fiat Toro y la Chevrolet Montana, un nuevo motor y una nueva plataforma, estos dos últimos se utilizarán en vehículos híbridos. De aquí a 2028, habrá 16 nuevos vehículos.
Días antes, la montadora Chevrolet anunció su nuevo ciclo de inversiones de 7 mil millones de reales (mil 400 millones de dólares) hasta 2028, el cual incluye la actualización de sus plantas, el lanzamiento de seis vehículos en 2024 y la renovación de toda la cartera al final del ciclo. La marca también ha afirmado que los modelos electrificados, sin especificar si híbridos o eléctricos forman parte de los planes.
En noviembre del año pasado, Nissan anunció una inversión adicional de mil 500 millones de reales (unos 300 millones de dólares) que se suman a los mil 300 millones de reales (unos 260 millones de dólares) anunciados anteriormente para invertir entre 2023 y 2025. Otra montadora global, Renault, también anunció 2 mil millones de reales (unos 400 millones de dólares) en inversiones en Brasil.
Tantos anuncios en un corto espacio de tiempo revelan que no se trata de decisiones puntuales de cada marca, sino de una mezcla de necesidad y oportunidad. “Las inversiones siempre ocurren, pero el escenario define el tamaño”, afirmó la semana anterior ante periodistas el director ejecutivo de Volkswagen en Brasil, Ciro Possobom, quien admitió que los incentivos a la electrificación en la legislación brasileña representan una oportunidad para invertir más en el país.
Incentivos fiscales
Otras decisiones que han llevado a grandes montadoras a anunciar millonarias inversiones en Brasil son la reforma fiscal impulsada por el gobierno, la vuelta del impuesto a los coches eléctricos importados y “Mover”, el programa de incentivos a la Movilidad Sostenible.
“El impuesto a los coches eléctricos importados influye totalmente en la decisión. De lo contrario, habría sido más sencillo traer coches de otros países. Era lo correcto y fomenta la inversión en el país. El (programa) Mover, que es más reciente, contribuye a confirmar que nuestra decisión fue acertada. Apostamos fuerte por la producción de coches híbridos ‘flexifuel’ (combustible flexible), que se verán incentivados por el programa”, argumentó Possobom.
Los discursos pronunciados por los ejecutivos de Chevrolet durante el anuncio de la primera fase del nuevo ciclo de inversión también presentaron una visión positiva del escenario económico.
“La visión de GM a largo plazo es continuar invirtiendo y creciendo, trabajando en conjunto con el gobierno para reindustrializar Brasil y crecer en el mercado. Estamos viendo un escenario de seguridad jurídica, con el anuncio del Mover, el comportamiento de las tasas de interés, la bolsa”, explicó en una rueda de prensa Fábio Rua, vicepresidente de Relaciones Gubernamentales y Comunicación de la automotriz.
Brasil fue durante años el mayor mercado de fabricación de automóviles de América Latina, hasta que en 2014, México, con 3.3 millones de unidades, le arrebató el puesto a Brasil, que en aquel año fabricó 3.1 millones de vehículos y desde entonces, sigue sin poder recuperar la primera posición.