Bogotá. Bajo la sombra de unas modestas cifras de crecimiento económico publicadas por el oficial Departamento Nacional de Estadística (DANE), reinició hoy su trabajo legislativo el congreso de Colombia, donde cursan a tropezones las tres principales reformas impulsadas por el gobierno del presidente Gustavo Petro: salud, laboral y pensional.
La noticia de que la economía se expandió apenas el 0,6% en 2023, publicada el jueves por el DANE, tomó por sorpresa hasta a los más pesimistas y al propio gobierno, que había pronosticado un crecimiento de al menos el 1%. Excluyendo el año de la pandemia, esta cifra es la más baja desde 1999.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, reconoció en medios locales que “el dato estuvo por debajo de las expectativas” y pronosticó que en 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) tendrá un repunte de 1,5 por ciento. “Para ello -dijo Bonilla- necesitamos poner en sintonía tanto la inversión pública como la privada y que el Banco de la República siga enviando un mensaje positivo sobre reducción de las tasas de interés”
Según el ministro, la caída de la inflación (8,35 anual) facilita que el banco emisor baje las tasas de interés, lo cual, según el gobierno, ampliaría la inversión.
El de la inversión es el tema que más preocupa a la mayoría de analistas económicos, pues las cifras del DANE indican que esta se ha situado diez puntos por debajo del promedio histórico, devolviéndose a números de hace 18 años. Gremios patronales como la Federación Nacional de Comerciantes coinciden en que las altas tasas de interés han incidido en el descenso inversionista, aunque subrayan que hay una extendida sensación de incertidumbre entre los empresarios “por los mensajes que envía el presidente Petro y por los efectos negativos que tendría la aprobación de las reformas bandera del gobierno”.