Ciudad de México. En protesta por la falta de atención e información oficial sobre los riesgos que podrían significar los sismos de los últimos meses, que sacudieron las colonias aledañas entre las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón, un centenar de vecinos bloquearon la avenida Patriotismo, primero a la altura de la calle Campana y más tarde a la altura de la glorieta de Goya.
Inicialmente cerca de 200 personas acudieron a la Casa de la Cultura “Juan Rulfo” en la Plaza Jáuregui a una convocatoria abierta que circuló en redes para conocer “resultados del estudio de geofísica que se realizó en la grieta ocasionada por los microsismos”.
Pero el acceso fue restringido a un pequeño grupo. Una organizadora del encuentro, Margarita Reyes, que se identificó como integrante de una Comisión de Participación Ciudadana (Copaco), negó el acceso a los medios de comunicación y a decenas de vecinos alegando que era una “reunión privada” y que ni la alcaldía, ni el gobierno de la ciudad ni la UNAM (responsable de la Casa de Cultura) tenían “nada que ver” en la organización del evento. Sin embargo, portaba un gafete de la secretaría de Bienestar.
Al bloqueo de Patriotismo, que empezó a las seis de la tarde y se prolongó hasta cerca de las ocho, llegó el director táctico de la Dirección General de Riesgos y Protección Civil de la CDMX, Humberto Arroyo, quien prometió una reunión para el próximo lunes con los quejosos, entre quienes había damnificados por la secuencia de sismos que se repiten desde mayo y diciembre del año pasado sobre lo que hoy se denomina “la falla Plateros-Mixcoac”, hasta habitantes de las colonias que están en esa ruta, ahora de riesgo.
Foto Víctor Camacho / La Jornada
“Lo que queremos saber, de fuentes confiables y de parte del gobierno, es de qué tamaño es el riesgo”, indicó Mónica Montalvo, de la colonia Alfonso XIII. “La desinformación es muy angustiante”.
Por su parte, Ximena Ugarte, vecina del edificio de Campana 24, aseguró que la inesperada concurrencia a la reunión informativa de la que fueron vetados revela el nivel de preocupación e inseguridad de los habitantes de la zona. “Y no solo es cuestión de nuestro patrimonio. Son nuestras vidas, nuestra tranquilidad, las que se han sacudido. Y ante esto las autoridades han sido omisas”.
En su caso, el temblor del 14 de diciembre provocó grietas y vidrios reventados en varios departamentos de su condominio. “En un primer dictamen nos dijeron que teníamos que desalojar por seguridad. Y a partir de ahí ninguna información. Si tenemos que hacer estudios estructurales, reforzamiento o reconstrucción, tenemos que pagarlos nosotros. Nos abandonaron”.
En esa calle de apenas una cuadra hubo tres inmuebles dañados.
Foto Víctor Camacho / La Jornada