En un destacado esfuerzo por contribuir a la preservación del ajolote del Altiplano, AJEMEX, ha puesto en marcha iniciativas ambiciosas para fortalecer la conservación de esta especie emblemática en México.
El Altiplano Mexicano, hogar de diversas especies de ajolotes, incluido el ajolote serrano (Ambystoma velasci), se encuentra en el centro de los esfuerzos de AJEMEX. La empresa, conocida por su compromiso ambiental, ha intensificando sus acciones para proteger el hábitat natural de estos anfibios.
AJEMEX con gran prestigio en México como una de las principales empresas productoras de bebidas, se ha desmarcado por su labor constante para la conservación de especies naturales de alto valor para los ecosistemas.
Tal es el caso del ajolote del Altiplano, especie endémica del país con alto valor para la salud del ecosistema acuático en donde habita y que, desde hace varios años es considerada una especie en amenaza.
“Nos enorgullece anunciar nuestra colaboración con Villa Atl Aldea Global de Desarrollo A.C., que son expertos en la implementación de medidas específicas para la protección del ajolote del Altiplano. El objetivo principal es proteger los hábitats críticos del ajolote serrano y otras especies de esta región. Estamos comprometidos a trabajar en estrecha colaboración con la comunidad y los expertos para garantizar medidas efectivas y sostenibles a largo plazo. Esta iniciativa refleja nuestro compromiso con la conservación y el equilibrio de los ecosistemas únicos en México”, explicó uno de los voceros de la empresa.
Asimismo, destacaron que a través de esta iniciativa buscan dar respaldo a programas de concientización y educación en comunidades locales con el objetivo de contribuir a la conservación de especies vitales y fomentar la coexistencia armoniosa entre las actividades humanas y la vida silvestre.
El compromiso de AJEMEX con la conservación del ajolote del Altiplano destaca el papel proactivo que las empresas pueden desempeñar en la protección del medio ambiente y la promoción de prácticas sostenibles. Este paso refuerza la idea de que la responsabilidad corporativa puede marcar la diferencia significativa en la conservación de la vida silvestre y la preservación de los ecosistemas únicos de México.