Monterrey. Tras descartar tácitamente el cierre de la Refinería de Pemex en Cadereyta, como primera opción, el Gobernador Samuel García Sepúlveda, reconoció que cerrar esta planta, a corto plazo generaría un desabasto de combustible en toda la zona norte del país.

En cambio, Samuel García Sepúlveda, dijo que buscarán una cita con integrantes del Poder Judicial, para permitir al Estado auditar a la empresa federal.

El mandatario estatal señaló que la intención del Gobierno es revisar si la Refinería de Pemex, cumple con las normas para la quema de combustibles y si cuenta con los filtros y los procesos que marcan las normas.

No obstante, señaló que el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito, concedió un amparo a la empresa para evitar una suspensión o clausura sin conocer las intenciones del Ejecutivo.

"Entonces lo que le queremos decir al juez es, no voy a cerrar la Refinería de inmediato, pues claro que se crea un broncononón, pero sí déjame revisar que estén cuidando el medio ambiente", expuso García Sepúlveda.

"Que los filtros, las procesadoras, la quema de combustóleo, cumplan las normas.

"Entonces yo creo que con ese argumento, el juez ya puede medir y decir, bueno, sin cerrar la producción sí te permito revisar, y con eso Nuevo León gana.

"El problema es que estos magistrados se fueron al baño al decir: te prohíbo cerrarla", añadió.

Para concretarse la estrategia dijo que buscarán reunirse con el juez del Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito para que desestime la resolución provisional y dejarla sin efectos en la sentencia definitiva.

"Todos tenemos que ir a revisar porque si es la fuente es la que más contamina en el Estado, todo el Estado debe estar interesado en que deje de contaminar", expuso el Gobernador emecista.

"Tiene razón el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando dice que hay mucha industria que también contamina, es cierto, pero son 200 o más, para el Estado es más fácil atacar a una, que es la que más contamina, que dispersar 200 inspectores en 200 empresas.

"Yo creo que aquí todos debemos unirnos, el pesidente, la refinería, los jueces, por una simple razón: queremos aire limpio en Nuevo León", puntualizó Samuel García.