La idea de casta ha sido utilizada por Milei para criticar duramente a la clase política en Argentina. Su argumento se basa en lo siguiente: desde hace años han gobernado siempre los mismos, y ellos son los responsables del desastre actual que vive el país.
A partir de esta tesis, prometió en campaña acabar con la casta para poder cambiar Argentina.
Es por ello que desde Celag DATA hemos querido comprobar si ha cumplido con su promesa electoral o si, por el contrario, se trataría de un fraude electoral.
Nuestra base de datos está formada por su actual gobierno en un sentido amplio del término, es decir, considerando sus principales autoridades: ministros y secretarios, vocero presidencial, procurador, presidente del Poder Legislativo, presidentes y directores de las principales instituciones públicas (Anses, YPF, Indec, AFIP, Banco Nación, etcétera).
Asumimos, siguiendo la doctrina Milei, que debería ser contabilizado como casta todo aquel que haya participado de una u otra forma en la “vieja política”. Esto es, que hayan sido parte de anteriores gobiernos, sean con cargo público en el Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial (a nivel nacional, provincial o municipal) o que ostentaron algún tipo de responsabilidad en un partido político antes del nacimiento de La Libertad Avanza.
De esta forma, podemos calcular el índice de casta del gobierno de Milei, o sea, el porcentaje de su equipo que es casta.
¿Y cuál es la conclusión? Como decía el mensaje central de un anuncio publicitario transmitido en España en 1984 y que quedó para siempre en el recuerdo de los televidentes: “el algodón no engaña”. Es decir, si pasas el algodón por un lugar que está limpio, el algodón seguirá limpio. Y si, por el contrario, lo pasas por un lugar que está sucio, el algodón se ensuciará. Es la prueba inequívoca para saber si lo que se dice es verdad o no.
En el caso de Milei-casta-Argentina, “dato mata relato”. O dicho de otro modo: el algodón no engaña, y salió muy sucio.
El índice de casta del gobierno de Milei es de 70.5 por ciento: siete de cada 10 personas de su gobierno son casta, según su propia definición de casta. Este valor es sobre un total de 78 personas que ocupan los puestos de más alto nivel. Actualmente, hay 55 funcionarios que ya fueron parte de otros periodos de gestión, de una u otra manera. Entre ellos hay un grupo destacado, los más “castosos”, porque repitieron varias veces, como Scioli, Bullrich, Caputo, Sturzenegger, Barra, Cima, Tillard, Di Chiaro. Cuando los datos hablan, sobran las palabras.
*Director Ejecutivo de Celag DATA y doctor en economía
**Directora de Estudios Económicos y Políticos de Celag DATA y doctora en ciencias sociales