La escasez de agua se agudizó en días recientes en las instalaciones de la Nueva Viga, el segundo mercado más grande del mundo de pescados y mariscos, ubicado en Iztapalapa, por lo que la mayor parte de locatarios se abastecen con tambos de 200 litros que sus trabajadores llevan en un diablito o en un patín montacargas con costo de 35 y 40 pesos.
Comerciantes y administradores de restaurantes realizan doble gasto al comprar garrafones en purificadoras que les sirven para lavar los alimentos, además del agua potable que adquieren de pipas particulares procedentes, en su mayoría, de Texcoco, estado de México.
Esa es otra vía de abastecimiento a la que recurren, aunque los piperos sólo tienen permitida la entrada después del mediodía.
Trabajadores que empujan el diablito con el tambo lleno de agua cubierto con una tapa o plástico, atados con lazos y cuerdas, así como los que venden garrafones de 20 litros a 20 pesos en un triciclo, forman ya parte de la nueva cotidianidad.
Trabajadores de pescaderías y restaurantes caminan hasta media hora para conseguir un tambo de 200 litros. Foto Víctor Camacho
Siempre ha faltado
Alberto Torres, trabajador del andén C, dijo que por cada viaje los locatarios o bodegueros pagan 50 pesos, al advertir que en la Cuaresma, que empieza el miércoles, el consumo de agua será mayor.
Señaló que en La Viga siempre ha faltado, pero la situación se recrudeció porque ahora ya no hay agua ni en el Cutzamala
.
Mencionó que al lugar al que acude con el tambo, que se vende vacío en 550 pesos, se llena en unos tres minutos, por lo que es preferible pagar cinco pesos más que en otros sitios, donde se tarda alrededor de 40 minutos, mientras en otra ubicación más cercana a la Nueva Viga el agua se acaba antes de las 10 de la mañana.
Otros empleados mencionaron que caminan hasta 30 minutos para conseguir una tina de 500 litros por 120 pesos, cuya agua reutilizan para lavar herramientas, mesas, tinas y pisos.
Foto Víctor Camacho
Carlos Pérez, locatario desde hace 35 años, relató que compra dos tambos cuando no hay nada de agua, pero planteó que no puede almacenar porque carece de cisterna, además de adquirir agua purificada para lavar los pescados y mariscos; sin embargo, señaló que la escasez del líquido es un mal crónico de Iztapalapa, de la ciudad y del país
.
Otro comerciante aseguró que toda la vida he padecido, aquí nunca he tenido una gota, todo mi abastecimiento es a base de pipa desde 1995
, por lo que llena la cisterna una vez a la semana o en un máximo de 15 días, lo que me sale en un ojo de la cara, pero ni modo
.
Agregó que la pipa de 10 mil litros pasó de mil 500 pesos hace unos días a mil 750.
En una de las rampas de acceso los locatarios colocaron dos tinacos de 2 mil 500 litros cada uno, que llenan con pipas particulares, pero que deberán retirar antes del miércoles por el inicio de la Cuaresma, porque hay que despejar esa área.
Por su parte, Roberto Gutiérrez, administrador de La Viga, dijo que nosotros hemos tenido problemas siempre
, además de que la cisterna de 600 mil litros del mercado nunca se llena y las dos pipas que envía la alcaldía son insuficientes para atender a los 422 locatarios y decenas de negocios ubicados en los andenes.
Señaló que sostuvo pláticas con personal del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, por lo que existe el compromiso para que les instalen una toma de agua directa para ese centro de abasto.