Familias que habitaban el inmueble de Astrónomos 53 en la colonia Escandón, en Miguel Hidalgo, fueron desalojadas esta mañana al parecer por una orden judicial, aunque ellos aseguran que en ningún momento recibieron alguna notificación previa.
Manuela Andrés, una de las arrendatarias expulsada del edificio, adulta mayor de 70 años, dijo vivir de su pensión y no tener algún familiar a quien recurrir ni recursos para pagar una renta por lo que estaba a la espera de poder encontrar alojamiento con algunos de sus vecinos desahuciados en caso de no conseguir apoyo de alguna autoridad.
El desalojo se realizó pasadas las 7:00 horas de este viernes al llegar una mujer que dijo ser actuaria del juzgado, con alrededor de una decena de cargadores y resguardo de Policía Metropolitana.
Forzaron el ingreso de la reja de protección y la puerta del inmueble de tres niveles para recorrer los cuatro departamentos y cuatro cuartos de azotea que eran ocupados por nueve familias y les decían que tenían “cinco minutos para sacar sus cosas”
Advirtieron dudas sin embargo sobre la legitimidad del acto, no sólo porque no habían sido notificados previamente, a decir de ellos mismos la actuaria les dijo que “la notificación estaba en la delegación”, sino porque desde hace años, después de que falleció la legitima dueña, quien habría heredado a sus dos hijas, no había acudido nadie a reclamar la propiedad.
María Félix Terrazas comentó además, que el pasado mes de noviembre a uno de los inquilinos le robaron las llaves y un teléfono cuando iba a ingresar al edificio por lo que tuvieron que cambiar la chapa y días después la misma pareja que cometió el robo, lo que fue registrado por las cámaras de un negocio contiguo, intentó abrir la puerta, pero en ese mismo mes un grupo de jóvenes intentó también ingresar con el pretexto de que iban de parte del dueño para pintar el edificio.
En el desalojo, al abrir por la fuerza una de las puertas, el filo de la hoja golpeó a una de las vecinas, Isabel Rabarozzi, quien tiene alrededor de 80 años, lo que le provocó una herida en la frente y la tuvieron que llevar a una clínica.
Explicó que ella es propietaria del puesto de periódicos en la esquina de Astrónomos y la calle de José Martí, y al igual que Manuela, tampoco tiene familiares.
Al interior se quedaron son embargo bienes de los desalojados como tanques de gas, muebles y enseres.
Por la tarde llegó un servicio de comida a domicilio para las personas que se quedaron al interior resguardando el inmueble, el pedido era para una persona que se identificó como Marcial, quien recibió los alimentos sin abrir la reja asegurada con una cadena y se negó a dar información sobre el desalojo.
“A ellos los tratan bien y nosotros acá no hemos ni desayunado”, comentó Manuela.