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Por vez primera, Betsabeé Romero se presenta en Bienal de Venecia

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De izquierda a derecha: Lourdes I. Ramos, presidenta y CEO del Museum of Latin America Art; Michelle Lerach, socia principal del evento; la artista Betsabé Romero, y Santiago García Galván, CEO de ITACA ARTS. Foto cortesía MOLAA
08 de febrero de 2024 21:27

Reflejar la “profunda experiencia de ser un extranjero en el mundo” es la finalidad de la artista Betsabeé Romero (Ciudad de México, 1963), quien se presenta por primera vez en la Bienal de Venecia, con su exposición individual, El espiral sin fin, del 20 de abril al 1 de septiembre de 2024.

Organizada por el Museo de Artes Latinoamericano (MOLAA) de Long Beach. California, y con curaduría de la historiadora e investigadora de arte Gabriela Urtiaga, la iniciativa reúne obras comisionadas, nuevas instalaciones, y se divide en seis apartados que abordan “el sentido amplio de la imposición de fronteras y bordes, la movilidad y la migración”.

La experiencia estética comienza con la instalación Señales que nos guían hacia el exilio, que cuestiona el concepto y las experiencias de migración ocurridas antes, durante y después de nuestro tiempo, y resalta cómo una comunidad puede contribuir a desmantelar el horror y las injusticias.

La pieza Identidad consiste en unos espejos cóncavos de seguridad, que cubrirán completamente la estancia, que observarán y distorsionarán la imagen del espectador.

Frontera espinada explora el sufrimiento que causan las fronteras. Son líneas impuestas que se oponen a la necesidad, la supervivencia y la comprensión, cicatrices que desangran al mundo.

La instalación Tótems rodantes de caucho y oro introduce al visitante en la movilidad y los tótems urbanos sobre ruedas, ruedas grabadas a mano que alguna vez fueron instrumentos de la memoria, sellos cilíndricos que han impreso la historia en todas las culturas de la humanidad.

En el quinto núcleo, En el punto de fuga de las sombras, Betsabeé Romero reflexiona sobre la cultura como un hogar que llevamos dentro; un refugio que ha sobrevivido a la sombra de todos los poderes.

Finalmente, Plumas de un amanecer en espiral es un viaje por una espiral sin fin, la sabiduría que siembra y germina en ciclos, un compendio rotatorio de vuelos colectivos y cautivadores.

En un comunicado, el MOLAA señaló que Romero “desarrolló inicialmente una fuerte narrativa poniendo énfasis en la experiencia de ser un extranjero en el mundo, desde el punto de vista de muchos que carecen de un espacio donde refugiarse y sobrevivir.

“Habla de quienes, en su huida, chocan con fronteras políticas y económicas, siempre ajenas y excluyentes; del espejo que no nos reconoce, que duda, observa, ignora y distorsiona. Desde espejos que no incluyen identidades y géneros, más allá de clasificaciones y discriminaciones obsoletas.

“Desde los hogares donde prevalece la violencia, ejercida por quienes han empuñado el bastón de mando, como un puñal que marca arbitrariamente fronteras que definen su poder como pequeños patriarcas, en detrimento de la vida de mujeres y niños, vulnerables e indefensos.

“De las comunidades más sabias y coherentes que tuvieron que esconderse para defender sus lugares sagrados y salvar al mundo de la barbarie, a la que ha conducido la lógica de la codicia y el consumo excesivo.”

Fruto de la colaboración entre Betsabeé Romero y el Museo MOLAA, la muestra El espiral sin fin podrá visitarse de miércoles a domingo de 10:30 a 17.30 horas. Además del montaje, se prevén dos actividades complementarias, entre ellas una publicación y un opúsculo disponible para los espectadores.

Extranjeros en todas partes es el título de la edición 60 de la Bienal de Venecia.

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