Ante integrantes de Centros de Investigación en Estados Unidos, en un foro organizado en el Instituto México del Wilson Center, en Washington, Xóchitl Gálvez, candidata presidencial del PAN, PRI y PRD, afirmó que el gobierno federal de México no es un aliado de Estados Unidos y definió como ofensivo y humillante que el ejército ruso o el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, hayan estado en celebraciones por el día de la Independencia. También, argumentó que el gobierno mexicano “coquetea” con Rusia y China.
En un foro en el marco de las actividades que hoy realiza en la capital estadunidense, Gálvez se refirió a la relación de Estados Unidos con México, en la que lamentó que ésta se ha limitado al tema de migración y tráfico de fentanilo y reprochó que a pesar de ser “una agenda tan limitada con un enorme déficit de imaginación y de ambición”, adujo que “la continuidad de Morena en el Poder es garantía que ni la migración ni el fentanilo, ni ningún otro problema bilateral, encontrarán solución de largo plazo”, ya que consideró que en el partido guinda no hay visión de Estado.
Por parte del Ejecutivo federal, “no hay voluntad de colaborar en Estados Unidos. La visión populista-nacionalista de López Obrador, tiene una sola prioridad: mantener a Estados Unidos lejos para seguir concentrando su poder. Para eso, fingirá cooperación, pero no cooperará”, continuó la hidalguense.
Luego de subrayar que “hoy somos socios pero no somos aliados”, añadió que “en un acto ofensivo y humillante para millones de mexicanos, en septiembre de 2023, en plena invasión a Ucrania, soldados del ejército ruso marcharon en el desfile del día de la independencia en la plaza principal de la Ciudad de México. En una deferencia humillante para quienes amamos la libertad, en 2021, el presidente López Obrador invitó al dictador cubano, José (Miguel) Díaz-Canel, como orador principal en nuestro día de la Independencia”.
“Está en el interés de millones de mexicanos que Estados Unidos sea un socio y aliado geopolítico de México”. Y aunque reconoció que por décadas, la mayoría de la población percibía al país vecino como el mayor riesgo a la soberanía, acusó que “hoy, la mayor amenaza a la soberanía y la gobernabilidad es el poderío e influencia del crimen organizado”, agregó.
Insistió que México sigue siendo un socio, pero no un aliado geopolítico de Estados Unidos porque “el gobierno populista de México coquetea con Rusia y China, amenazando con construir nuevas alianzas”.
Enseguida, planteó dos escenarios para el futuro. En uno, dijo, México recupera el “rumbo democrático y consolida el Estado de derecho, enfrenta el crimen organizado y recupera el control de su territorio”. Mientras que, “en el otro, la erosión democrática de México avanza, el crimen organizado crece y los militares se vuelven factor de poder político, pero son incapaces de brindar seguridad”.
Tras indicar que en las próximas elecciones está en juego “el orden constitucional y dos visiones completamente distinta de futuro”, y aunque señaló que los comicios competen sólo al pueblo mexicano, recalcó que en “las circunstancias actuales, es indispensable que las fuerzas democráticas de todo el mundo observen nuestro proceso electoral”. Pidió seguir de cerca el proceso electoral, apoyar a las organizaciones de la sociedad civil y los conminó a que “no dejen a la democracia mexicana fuera de la agenda bilateral”.
En su mensaje, expuso que Norteamérica tiene enfrente oportunidades y desafíos que marcarán el rumbo de la región y del mundo por el nearshoring, que perfila a convertir a la región en un potente motor industrial, y aunque “México tiene la oportunidad para consolidar su desarrollo, les comparto con tristeza que no estamos listos para aprovechar esta oportunidad histórica”.
Para el desarrollo, destacó que se requiere energía suficiente, limpia y barata; capital humano en salud y educación; infraestructura y seguridad, pero aseveró que en esos rubros hubo un retroceso por el debilitamiento de contrapesos, por lo que, reiteró que “México no está listo porque lejos de avanzar hacia el futuro, mi país se encuentra retrocediendo hacia el pasado”.
“El Estado de derecho y la democracia en México enfrentan un grave peligro; la falta de certeza jurídica merma la confianza y el progreso. En estos años, los mexicanos hemos vivido un proceso de erosión democrática. El crimen organizado y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, atentan contra la democracia”.
Al asegurar que hay una penetración e influencia del crimen organizado en sectores de la economía sin precedentes, apuntó que el crimen organizado se ha convertido en un factor de poder que afecta la vida de los mexicanos. “De facto el gobierno mexicano dejó de pelear por la seguridad de la gente. En el mejor de los casos, López Obrador es débil e incompetente ante el crimen; en el peor, lo aprovecha para consolidar su poder”.
También, acusó que hay un “capitalismo de cuates” con una “corrupción escandalosa incluso para los estándares mexicanos”.
Pese a que explicó que no puede hacer propuestas al estar vigente el periodo intercampaña, sostuvo que “expertos me han planteado la necesidad de crear una agencia de aduanas de América del Norte con personal binacional, altamente capacitado, certificados por ambos países, que tengan el doble mandato de frenar la importación de precursores de fentanilo” relató que jóvenes ambientalistas le propusieron crear una agencia norteamericana contra emergencias climáticas.