París. Los dos principales sindicatos de agricultores de Francia anunciaron el jueves su decisión de suspender las protestas y levantar los bloqueos de carreteras en todo el país, un acontecimiento dramático poco después de que el primer ministro reveló un nuevo conjunto de medidas que ellos consideran un “progreso tangible”.
Los agricultores llevaban días protestando en todo el país para denunciar los bajos salarios, las estrictas regulaciones y la competencia desleal del extranjero.
El presidente del sindicato de Jóvenes Agricultores, Arnaud Gaillot, habló el jueves junto con el líder del sindicato de agricultores más grande de Francia (FNSEA) y dijo: “Pedimos a nuestros miembros que suspendan los bloqueos”.
“Hemos sido escuchados en varios puntos, con avances tangibles”, incluidas medidas de emergencia para apoyar financieramente a los agricultores y productores de vino en dificultades, afirmó Arnaud Rousseau, presidente de la FNSEA.
El jueves temprano, el primer ministro Gabriel Attal anunció un nuevo conjunto de medidas, que se suman a otras promesas hechas en los últimos días.
Su discurso se produjo mientras convoyes con cientos de agricultores furiosos que conducían tractores pesados crearon caos afuera de la sede de la Unión Europea, exigiendo respuesta a los líderes en una cumbre de la UE ante el aumento de los precios y la burocracia.
Tras el anuncio de Attal, los manifestantes levantaron las barricadas en ocho autopistas alrededor de París en medio de una gran presencia policial.
Entre otras medidas, Attal prometió que en Francia no se prohibirán pesticidas que estén autorizados en otros países de la UE. La declaración fue en respuesta a las quejas de los agricultores franceses de las duras regulaciones en Francia sobre pesticidas permitidos en los países vecinos.
También dijo que a partir de ahora se prohibirá la importación de frutas y verduras procedentes de fuera de la UE que hayan sido tratadas con tiacloprida, un insecticida actualmente prohibido en el bloque.
Francia propondrá la creación de una “fuerza de control europea” para luchar contra el fraude, afirmó, en particular en lo que respecta a las normas sanitarias y a la lucha contra las importaciones de productos alimenticios que van en contra de las normas sanitarias europeas y francesas.
Los objetivos del gobierno con las medidas recientemente anunciadas son “devolver a los alimentos su valor” y “aumentar los ingresos de los agricultores, protegerlos contra la competencia desleal y simplificar su vida diaria”, dijo Attal.
Attal también anunció 150 millones de euros (162 millones de dólares) en ayuda a los ganaderos y una reducción de los impuestos a las granjas que se transfieren de generaciones mayores a generaciones más jóvenes.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, anunció un paquete de 2.000 millones de euros (2.160 millones de dólares) para conceder préstamos a quienes se establezcan como agricultores.