La principal calificadora de riesgo, Standard & Poor’s, confirmó la calificación de la deuda soberana de México en BBB, bajo grado de inversión, y mantuvo la perspectiva estable.
Fundamentó su decisión en que se espera que prevalezca “un manejo macroeconómico cauteloso durante los próximos dos años”, independientemente del contexto internacional, lo que “incluye el período previo a las elecciones nacionales de junio, el período de transición presidencial y el inicio de la próxima administración”.
“La democracia y el marco institucional de México han generado estabilidad política y cambios regulares de gobierno durante las últimas dos décadas. Esperamos que las elecciones de este año no sean diferentes (…) Nuestro escenario base considera que cual sea el resultado de las elecciones de junio, el próximo gobierno mantendrá la ejecución cautelosa de políticas macroeconómicas de México, incluida una política monetaria prudente y un retorno a déficits fiscales bajos”, comentó.
Agregó que “el apoyo político a una gestión macroeconómica cautelosa ha apuntalado políticas fiscales y monetarias prudentes y un régimen cambiario flotante”, todo aspectos que “son clave” para la calificación soberana y para mantener “la confianza de los inversionistas y el acceso a los mercados internacionales de capitales, incluso en periodos de tendencias adversas a nivel mundial”.
A unos días de que el presidente Andrés Manuel López Obrador presente un paquete de iniciativas, en las que se incluye una a pensiones, la calificadora de riesgo descartó que avance cualquier reforma significativa que mejore o perjudique el entorno de negocios de México, o afecten la tendencia del crecimiento económico, en medio de un año electoral.
Standard & Poor's prevé que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) per cápita en México se mantenga por debajo del de sus pares con un nivel similar de desarrollo económico entre 2024 y 2027.
"Después del déficit fiscal más amplio de este año, esperamos que un retorno a déficits fiscales más moderados mantenga la carga neta de la deuda del gobierno general con un aumento solamente ligero hacia 2027", acotó.
Como un riesgo a la baja para la calificación, destacó el alto nivel de los déficits del gobierno general, que se traduzca en un aumento más pronunciado de la deuda. Lo cual agravaría el riesgo de apoyo extraordinario a las empresas estatales, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).