Roma. El gobierno italiano está dispuesto a comprar una participación en la automotriz Stellantis, dijo el jueves el ministro de Industria, Adolfo Urso, al tiempo que expuso sus planes para conceder este año subsidios por 950 millones de euros (mil millones de dólares) con el fin de ayudar a los conductores a cambiar a vehículos menos contaminantes.
El nuevo plan de incentivos se conoce tras un enfrentamiento entre el gobierno italiano de derechas y Stellantis, propietaria de Fiat y dirigida por el presidente ejecutivo Carlos Tavares, sobre los niveles de producción en el país.
Urso dijo que Stellantis se había comprometido a impulsar la producción en Italia de nuevo al nivel de un millón de vehículos, una cifra alcanzada por última vez en 2017. El total del año pasado fue de unos 750 mil vehículos.
A continuación, sugirió que Italia podría hacer como el gobierno francés y tomar una participación en la automotriz, cuyas otras marcas incluyen Peugeot y Jeep.
“Si Tavares sostiene que Italia tiene que hacer lo mismo que Francia, que ha impulsado su inversión activa en Stellantis, que lo pida. Podemos discutirlo juntos”, dijo Urso a la prensa el jueves.
Francia posee una participación de 6 por ciento en Stellantis, el grupo formado en 2021 por la fusión de Fiat Chrysler y el grupo francés PSA. La familia italiana Agnelli es el mayor inversor en Stellantis a través de su vehículo Exor.
La primera ministra, Giorgia Meloni, afirmó la semana pasada que Stellantis –que también tiene importantes negocios en Francia y América– había actuado en ocasiones en contra del interés nacional.
Como político de la oposición, Urso había pedido en el pasado que la entidad crediticia estatal Cassa Depositi e Prestiti (CDP) comprara una participación en Stellantis.
El pasado mes de junio, el presidente de Stellantis, John Elkann, dijo que su empresa no necesitaba agregar al Estado italiano como accionista.
El presidente ejecutivo de la empresa, el portugués Tavares, ha dicho que Italia gasta menos que otros grandes países europeos en apoyar el desarrollo de vehículos eléctricos y que ese planteamiento estaba frenando la producción.