Con el expresidente Ernesto Zedillo “no coincidimos porque en su gobierno no había democracia” porque no fue un gobierno del pueblo y para el pueblo. Había un discurso, pero en los hechos fue un gobierno faccioso, que no pensaba en beneficiar a la gente. De otra manera no habría convertido las deudas privadas, de unos cuantos, en deuda pública, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta mañana, en Palacio Nacional, el mandatario se refirió nuevamente a Zedillo, quien ayer por la tarde participó en un foro organizado por Banco Actinver.
López Obrador resaltó que a diferencia de ese y otros gobiernos del periodo neoliberal, ahora “estamos viviendo un momento estelar” porque se puede debatir sobre estos temas, como es el futuro del pueblo y de la humanidad.
Se trata, agregó, de definir “si vamos a seguir pensando que se acumule la riqueza del mundo en unas cuantas manos, mientras hay miles de millones de seres humanos viviendo en la pobreza.
Son “mil millones de seres humanos que sobreviven con menos de un dólar diario, mientras salen las listas de los multimillonarios del mundo. Les debería dar vergüenza. Es obsceno, inhumano, que unos cuantos tengan tanto y las mayorías carecen hasta de lo más indispensable. Este es el tema de fondo, la monstruosa desigualdad” que aún continúa, subrayó.
Resaltó que en el actual gobierno “estamos muy orgullosos” porque aquí la desigualdad se reduce y como lo ha reconocido el ingeniero Cuauhtemoc Cárdenas, la pobreza disminuyó, aunque sea poco, pero es importante.
Antes, el titular del Ejecutivo recordó la relación que desde hace 36 años inició con Cárdenas, a quien reconoció como precursor de la lucha por la democracia en el país, la cual inició en 1988 cuando fue candidato a la Presidencia de la República, elección que él ganó pero hubo fraude.
No obstante, siguió luchando. “A nosotros nos tocó recibir la estafeta de esta lucha iniciada por muchos, mujeres, hombres, yo soy uno más”, dijo López Obrador.