Agen, Francia. Agricultores bloquearon el jueves carreteras de toda Francia y tiraron cajas de verduras cultivadas en el extranjero, presionando al gobierno para que los proteja de las importaciones baratas, el aumento de los costos y la burocracia.
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Los agricultores afirmaron que las protestas, que van por su segunda semana tras estallar en el suroeste del país, continuarán mientras no se atiendan sus demandas, lo que supone el primer gran reto para el nuevo primer ministro, Gabriel Attal.
Mientras Attal convocaba a los ministros con el objetivo de anunciar propuestas concretas el viernes, los agricultores bloquearon con fardos de heno y tractores las principales carreteras de Francia, el mayor productor agrícola de la Unión Europea.
Cajas de tomates, coles y coliflores que, según un grupo de agricultores, habían sido importadas de países vecinos, estaban esparcidas por la autopista A7, que une Marsella y Lyon, segunda y tercera ciudades de Francia.
Algunos sindicatos agrícolas han amenazado con bloquear París. El jueves, decenas de tractores protagonizaron un paro en hora pico en la periferia suroeste de la capital.
Reivindicaciones
A última hora del miércoles, el poderoso sindicato agrícola FNSEA entregó al gobierno una lista de 100 reivindicaciones, entre ellas una mejor aplicación de una ley destinada a salvaguardar los precios.
El sindicato también pide que se mantengan las exenciones fiscales al gasóleo para los vehículos agrícolas, el pago inmediato de las subvenciones agrícolas de la Unión Europea, garantías sobre los pagos de seguros relacionados con la salud y el clima, y ayudas inmediatas para los viticultores y los agricultores ecológicos.
El descontento de los agricultores por los niveles de precios es especialmente agudo en el sector lácteo, donde los productores afirman que el impulso antiinflacionario del gobierno ha socavado la legislación destinada a sostener los precios.
En vísperas de las elecciones al Parlamento Europeo de junio, el presidente Emmanuel Macron teme que los agricultores sean un electorado cada vez más importante para la extrema derecha.