Ciudad de México. Los Leones de Detroit regresaron a una final de la Conferencia Nacional por primera vez desde 1991. En un partido abierto con los Bucaneros de Tampa Bay, los campeones divisionales se impusieron 31-23 para continuar el sueño de jugar su primer Supertazón en la historia de la NFL. En ese último escalón, su siguiente rival serán los 49ers de San Francisco, el domingo en el Levi’s Stadium.
La gran noche de Jared Goff, experimentado mariscal de campo de Detroit, encendió con dos pases de anotación (287 yardas en total) a los miles de seguidores del equipo melenudo que hicieron vibrar la ciudad a pesar de las bajas temperaturas.
Un gran despliegue ofensivo, comandado por el flamante Jahmyr Gibbs y sus caballos de batalla Craig Reynolds, Amon-Ra St. Brown y Josh Reynolds -todos con una anotación- desarticuló a unos Bucaneros que fueron perdiendo el horizonte.
Baker Mayfield cerró con tres pases a las diagonales para 349 yardas, pero fue interceptado en un par de ocasiones, la última de ellas cuando su equipo buscaba la anotación y una conversión de dos puntos para el empate. De poco sirvió el despegue de Mike Evans, Cade Otton y Rachaad White, quienes colaboraron con touchdowns, aunque quedaron lejos de su objetivo.