El Parlamento de Nicaragua, controlado por el gobernante Frente Sandinista, ratificó este viernes una reforma a la Constitución Política que permite despojar de la nacionalidad a todo nicaragüense que sea sentenciado por “traición a la patria”, informó el presidente de la Cámara, el diputado oficialista Gustavo Porras.
La reforma al artículo 21 de la Carta Magna había sido aprobada en una primera legislatura, con trámite de urgencia, el 9 de febrero del año pasado, cuando el gobierno de Daniel Ortega excarceló y desterró a Estados Unidos a 222 opositores, a quienes les quitó la nacionalidad y posteriormente confiscó sus propiedades y despojó de sus jubilaciones.
Seis días después, Ortega despojó de su nacionalidad a otros 94 opositores, en su gran mayoría exiliados, cuyos bienes también fueron confiscados y fueron asimismo privados de recibir sus pensiones.
Con la enmienda, aprobada en segunda legislatura como obliga la ley, el artículo 21 establece que las personas “sentenciadas al tenor de lo dispuesto en la Ley 1055” (conocida como Ley de la Soberanía) serán consideradas “traidores a la patria y perderán la nacionalidad nicaragüense”.
El diputado Porras, exsindicalista y uno de los más fieles colaboradores de Ortega, señaló a manera de resumen que “aquel que no quiera y que traicione a Nicaragua no puede ser hijo de Nicaragua y tiene que perder la nacionalidad”.
“Hasta el año pasado un nicaragüense nacido en Nicaragua podía traicionar, negar a su patria y podía atacar por el hecho de haber nacido” en este país, dijo el titular del Parlamento al iniciar el debate. “Pero en esta ley vamos a aprobar que aquel que sea catalogado como traidor a la patria sea debidamente procesado y, posteriormente, sentenciado por su crimen, lo que hará que pierda de manera inherente su nacionalidad”, advirtió.
La enmienda fue aprobada durante una sesión especial del Parlamento realizada en Ciudad Darío, unos 90 km al norte de Managua y donde nació el famoso poeta Rubén Darío, al cumplirse este viernes el 157 aniversario de su natalicio. “Esta reforma es el mejor homenaje que le podemos hacer a nuestro bardo”, exclamó Gustavo Porras.
Nicaragua vive una crisis que se inició tras la revuelta social de abril de 2018, cuando manifestantes salieron a protestar contra una reforma al seguro social y fueron reprimidos con violencia por policías y paramilitares, con el resultado de 355 muertos, más de 2 mil heridos y al menos 100 mil exiliados ese año, según organismos de derechos humanos.