Madrid. Sólo una tercera parte de los requerimientos de los países que se enfrentan a “niveles críticos de hambre” fueron satisfechos en 2023, lo que significa que hay un déficit de financiamiento para tres cuartas partes de la población con las necesidades más urgentes, reveló un informe de la organización humanitaria Acción contra el Hambre (ACH).
El documento titulado 2024 Brecha de financiación contra el hambre, mostró que durante el año pasado el déficit para financiar las necesidades de alimentos para la población que no puede acceder a los alimentos subió 23 por ciento, respecto al año anterior.
“El mundo produce alimentos suficientes para todos y, sin embargo, cientos de miles de niños desnutridos mueren cada año de forma evitable”, expuso el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué.
El problema, destacó, radica en la falta de “la determinación y la financiación necesarias para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU de hambre cero para 2030”.
El informe se presentó en el último día de trabajo de la Reunión Anual del Foro Económico Mundial, que reúne en Davos (Suiza) a los líderes mundiales.
El informe tiene su respaldo en datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con lo cual la organización Acción contra el Hambre identificó a 17 países que experimentaron niveles de hambre en 2022 y analizó el financiamiento que recibieron en 2023.
Se trata de Afganistán, Burundi, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Guatemala, Haití, Honduras, Kenia, Líbano, Madagascar, Malawi, Mozambique, Pakistán, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Yemen.
Tras analizar el financiamiento recibido, la organización no gubernamental (ONG) realizó un cálculo de la brecha entre la necesidad y la respuesta global, con el objetivo de “poner en relieve las decisiones de financiación que se toman después de que los donantes sean conscientes de la gravedad de la crisis del hambre”.
En este contexto, determinó que las naciones con mayor déficit de financiamiento contra el hambre son Afganistán (72 por ciento), Burundi (76 por ciento) y la República Centroafricana (68 por ciento), seguidos de la República Democrática del Congo (69), Guatemala (81) y Haiti (66 por ciento).
No obstante, el estudio refleja que la cantidad de ayuda financiera que reciben los países “no está necesariamente correlacionada con los niveles de hambre”.
Por ejemplo, en Honduras y Kenia 24 por ciento de la de la población padece hambre a “nivel de crisis o peor”. Sin embargo, Honduras tiene un déficit de financiamiento de 88 por ciento, mientras que Kenia tiene un déficit de 18 por ciento.
En todo el mundo, 783 millones de personas –más que la población de la Unión Europea y Estados Unidos juntas– padecen hambre, muestra la ONG.
En comparación con los niveles anteriores a la pandemia, 122 millones de personas más se enfrentan a esta realidad, principalmente a causa de los conflictos, el cambio climático y la desigualdad crónica.
Los países reciben menos de la mitad de ayuda requerida
El análisis también evidencia que aproximadamente 88 por ciento de los programas relacionados con el hambre recibieron menos de la mitad de los recursos financieros necesarios.
Sólo 12 por ciento obtuvieron más de la mitad de la cantidad solicitada, frente 35 por ciento de 2022 y 43 por ciento de 2021.
De este modo, “mientras aumentan las necesidades, la financiación se reparte menos” y, como ha destacado Acción contra el Hambre, el porcentaje de recursos totalmente financiados en 2023 es nulo, comparado con el 3 por ciento del año anterior.
En este contexto, Longué destacó que el informe llega en un “momento crucial” pues, aunque en 2023 se produjo un “notable aumento” de la financiación para programas relacionados con el hambre, dicha ayuda “no cubre las crecientes necesidades”.
Ante esta situación, el presidente ejecutivo de Acción contra el Hambre en Estados Unidos, Charles Owubah, explicó que “se necesitarían 8 mil 860 millones de dólares para financiar completamente los requerimientos relacionados con el hambre de los 17 países de este informe”.
Según la ONG, dicha cantidad equivale aproximadamente a la mitad de lo que se calcula que el público estadunidense apostó en la última edición del Súper Bowl.
A juicio de la organización, algunos de los países donantes prevén recortar sus presupuestos de ayuda en 2024. Por ello, en la reunión de líderes mundiales en Davos, “el hambre debe estar en la agenda”, “Debemos seguir la convicción de nuestra conciencia mientras reafirmamos que es posible acabar con el hambre para todos, para siempre”, conminó Owubah.
Por todo ello, Acción contra el Hambre pidió a la comunidad internacional que priorice el financiamiento, plurianual y multisectorial, para que las organizaciones puedan planificar con antelación; dirigida directamente a ONG locales con experiencia y empleados en los lugares a los que sirven; suficientemente flexible para responder a necesidades que cambian rápidamente, incluida la inversión en acciones anticipatorias, y una gama más amplia de donantes para una mayor estabilidad de los flujos de financiación, planteó.