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Obra de títeres combate "la vergüenza" masculina de sentirse deprimido

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El juego de sombras y la iluminación forman parte fundamental de la obra, la cual cuenta la historia de un autor que quiere escribir una obra con un final feliz, pero no puede porque su personaje se quiere suicidar. Foto José Jorge Carreón
18 de enero de 2024 07:52

Ciudad de México. En la recámara de un departamento de Nueva York, sobre un escritorio de vidrio, comienza la historia de Django. Se trata de una obra esperanzadora acerca de la depresión, creada por el dramaturgo y director Antonio Vega, que inicia temporada este domingo en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario.

La puesta en escena Django con la soga al cuello, que surgió durante la pandemia, es un trabajo artesanal que hace uso únicamente de elementos reciclados que estaban en la vivienda de Antonio Vega y Ana Graham, con los cuales fabricaron títeres de mesa, se plantean escenas desarrolladas con diversas técnicas, como teatro de sombras y el teatro de objetos.

En entrevista con La Jornada, Ana Graham, directora de cámaras y fundadora de Por Piedad Teatro, explica que la propuesta escénica se realizó en Nueva York para la compañía PlayCo durante la pandemia; luego recibieron el apoyo de 59E59 Theaters/The Elysabeth Kleinhans Foundation, que les permitió terminar la versión digital de la historia y eso les ayudó a sobrevivir emocional y económicamente en ese momento.

Ahora la versión teatral se presenta en una coproducción de Por Piedad Teatro, el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales y Teatro UNAM.

Sobre esta nueva versión, Graham comparte: “Yo la llamaría pequeña película artesanal, hecha por dos teatreros que no son cineastas ni titiriteros, ni iluminadores ni editores, pero en ese momento tocaba un tema fundamental, que fue la depresión y se puede hablar de ella sin tapujos ni tabúes.

En este caso es la voz de Antonio, que cuenta esta historia con la anécdota sencilla de un escritor que quiere escribir una historia feliz, pero no puede porque su personaje se quiere suicidar.

De acuerdo con Ana Graham, Django con la soga al cuello es una combinación de títeres de mesa, el teatro de sombras, las miniaturas, efectos sonoros, cinco cámaras y una diversidad de técnicas y objetos, cuyo resultado es teatro y cine artesanal. El público en este proyecto verá el detrás y frente a cámaras al mismo tiempo, además de conocer los mecanismos teatrales que se utilizan para contar esta historia.

Para la fundadora de Por Piedad Teatro, es importante eliminar el tabú sobre los problemas de salud mental, debido a que gran cantidad de personas los padecen y, en el caso de la depresión, principalmente los hombres tienen miedo de hablarlo y buscar ayuda profesional, por lo que Antonio Vega quiso compartir su propia historia a través de un personaje deprimido para nombrarlo con naturalidad y sentido del humor.

Desde hace tiempo quería hacer una obra que tratara sobre la depresión, pero no quería que fuera depresiva, sino alegre y esperanzadora. Se trata de mostrar que no debe sentir vergüenza en necesitar ayuda, pedirla y aceptarla, recordó Antonio Vega.

En palabras de su autor, la obra es un wéstern miniatura o pequeña película de aventuras, cuyo hilo conductor es Django luchando contra la depresión, representada por una soga que siempre trae al cuello.

Para la creación del proyecto, Vega y Graham transformaron un escritorio de cristal en el escenario y diseñaron varios mundos: desde una cabaña en medio del bosque hasta un océano. Exploraron distintas técnicas y grabaron la historia con un celular, mientras en su departamento, en México, Cristóbal MarYan compuso e interpretó la música que acompaña esta esperanzadora historia.

Graham comenta que ha sido un reto trasladar su proyecto al escenario sin perder la esencia de cine y teatro, y enseñar la teatralidad que se utilizó y cómo se transformó en una pequeña película artesanal.

En escena, distintos sets son colocados en escritorios donde los títeres, manipulados por Ana Graham, Belén Aguilar, Emmanuel Lapin, Alfredo Veldañez y Mónica García –quienes conforman el ensamble–, desarrollan la historia que se proyecta en una pantalla de 6 por 3 metros, mientras María Kemp realiza los efectos de sonido al estilo de las radionovelas.

“El gran reto ha sido la sincronización y la precisión. Tenemos que ser sumamente cuidadosos en cada cosa que se hace porque hay un pequeño set y tenemos el espacio teatral, y porque decidimos hacerlo con el mismo espíritu que se hizo el proyecto original. Esto es artesanal, es algo que hacemos con nuestras manos, es utilería que construimos y es todo un equipo de actores que estamos juntos para contar la historia.

La UNAM es un buen espacio para la experimentación, pero también nos interesa dar esperanza, contar esta historia que te hace sentir esperanzado cuando hablas de depresión, agrega Graham.

La compañía Por Piedad Teatro, fundada por Ana Graham en 1999, la cual desde 2009 cuenta con una oficina en Nueva York bajo la dirección artística de Antonio Vega, ha llevado a escena obras de autores de México, Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Croacia, Italia, Argentina y Rusia. Entre sus producciones más recientes, se encuentran La reina de belleza de LeenaneEl síndrome DuchampEl ensayo (10 out of 12) y Los baños.

Django con la soga al cuello se presentará desde este domingo hasta el 2 de marzo en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria, Ciudad de México). Funciones los jueves y viernes a las 20 horas; sábado a las 19 horas y domingo a las 18 horas.

 

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