Ciudad de México. Para que haya tranquilidad y no atemoricen al sector empresarial, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que para financiar los efectos de la reforma laboral que incrementará la pensión de los trabajadores jubilados, el gobierno va a asumir una parte considerable de este desequilibrio.

Enfatizó que todas las iniciativas de cambios al marco jurídico que enviará el 5 de febrero tendrán un carácter constitucional, incluidas las que involucran el ámbito electoral y al Poder Judicial.

Al explicar algunos detalles, dijo que en otra vertiente de la reforma laboral se buscará elevar al artículo 123 de la Carta Magna la disposición de que el aumento anual del salario mínimo no sea por debajo de la tasa inflacionaria.

Que nunca más vuelva a permitirse esa gran injusticia. Y este criterio quiero que se eleve a rango constitucional, porque fue una canallada lo que hicieron los tecnócratas neoliberales en 30 años, para ser exactos, en 36 años.

Más adelante, indicó que incluso la reforma en materia de austeridad republicana involucrará modificaciones a la Carta Magna, aunque no ofreció mayores detalles. Sin embargo, apuntó que estarán enfocadas a los excesos en el Poder Judicial, cuyos integrantes son como los hijos predilectos del bloque conservador.

Insistió en que los efectos más drásticos de los cambios hechos durante el sexenio de Ernesto Zedillo al régimen de pensiones se resentirán en el próximo gobierno. Por ello, se inhiben las jubilaciones en México debido a la imposibilidad de percibir al menos el monto del salario que las personas tuvieron en activo. Tenemos que corregir eso gradualmente, en un acuerdo con empresarios y con trabajadores.

–¿Se tiene alguna idea del monto?

–Estamos ya trabajando en una corrida financiera para ver en cuánto tiempo resolvemos el que el trabajador se jubile con su sueldo último y no que se le reduzca a la mitad su pensión. También hasta donde lleguemos, porque fue mucho el retroceso. Va a llevar todavía más tiempo terminar de resarcir los daños que ocasionó la política neoliberal.

Durante su conferencia también descalificó las críticas al rumbo de la economía, destacando que las principales variables muestran un comportamiento positivo, como la fortaleza del peso frente al dólar y se alcanzó un máximo histórico de 207 mil millones de dólares de reserva del Banco de México, con precios del petróleo equilibrados, nada que ver con los precios de petróleo que manejaron (Vicente) Fox y (Felipe) Calderón, de casi 100 dólares el barril. Además, se redujo la pobreza y aumentó el salario mínimo como hace tiempo no ocurría.

Gran parte de su conferencia la destinó a rebatir a sus críticos, incluidos los señalamientos en materia de seguridad, sobre los cuales dijo que “se van a quedar también con las ganas los que están apostando a que se va a agravar la situación de la violencia.

No, al contrario, vamos a seguir reduciendo los índices delictivos, ¿por qué?, porque ya están dando frutos las políticas que iniciamos, que llevan tiempo: atender las causas, combatir la pobreza, mejorar los ingresos, mayor empleo, atender a los jóvenes. Están dando frutos esas políticas.