Fue apenas hace seis meses que el presidente Andrés Manuel López Obrador se enteró que las vías concesionadas a particulares para tren de carga, también pueden ser usadas para el ferrocarril de pasajeros. “Era un secreto, un pacto de silencio”, señaló el propio mandatario.
En la mañanera de este martes en Palacio Nacional, el jefe del Ejecutivo planteó que se trata de 18 mil kilómetros de vías que conectan a todo el país, y que si bien ya no le dará tiempo de consolidar el proyecto en su administración, podrá dejar las bases.
“Ya nosotros no podemos iniciar el proyecto, pero sí dejar los lineamientos generales o el anteproyecto”, planteó.
Dijo que se trata de miles de kilómetros de vías “que pueden utilizarse para trenes de pasajeros, que son de la nación, son públicas, que por un error y por la prepotencia, cuando entregan las concesiones (en los años 90) sólo entregan las concesiones para trenes de carga, y se establecen las concesiones que el Estado puede utilizar las vías para trenes de pasajeros”.
El tabasqueño afirmó que al enterarse de esta noticia, tuvo una sensación similar como a la que se presentó cuando supo, al inicio de su gobierno, que no se habían concesionado ni el tren del sur —que se convirtió en el Tren Maya— ni el Interoceánico.
“Pero todavía me encuentro con algo mejor que eso, que son estos 18 mil kilómetros, es la comunicación de todo el país, es ir en tren de pasajeros de México a Monterrey, a Nuevo Laredo; de México a Guadalajara, a Sinaloa, a Sonora, Nogales; es toda la comunicación, 18 mil kilómetros. ¿Y qué cuesta? ¡Nada! Arreglar un poco las vías, comprar los trenes de pasajeros, lo que hicimos en el Istmo, lo que estamos haciendo en el Istmo con la Secretaría de Marina, las mismas vías se están mejorando y trenes de pasajeros. Pero era un secreto, un pacto de silencio”.
Descartó que el recuperar estas vías se trate de una expropiación. “Es completamente legal, está en la concesión, que además cuando hay tren de pasajero, se debe dar la preferencia al tren de pasajeros”.
Interrogado si ya tuvo respuesta de los empresarios del tren de carga que tienen los permisos para circular por las vías y a quienes se les ha planteado sumarse al proyecto del de pasajeros, el Presidente planteó que algunos han manifestado su interés.
“Sí, hay algunos que van a participar, todavía estamos en eso, pero antes de irnos, antes de irnos ya vamos a dejar el proyecto. Imagínense lo que significa hacia el futuro. Primero es inversión pública y privada; son empleos, mucho trabajo; es reactivar la economía de todo el país; es tener un transporte seguro, económico, no contaminante en todo México, a nivel nacional”.
Sobre el futuro de la empresa Ferrocarriles Nacionales de México —que siguen los procesos de liquidación—, el mandatario afirmó que se podría restablecer o terminar las liquidaciones atendiendo los derechos de los trabajadores, y posteriormente constituir una nueva compañía.
Y es que, recordó, los dos trenes que ha puesto en operación en su gobierno cuentan con su propia empresa: la del Tren Maya como la del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, la primera a cargo de la Defensa Nacional y la segunda de la Marina.