Pocos creían en Baker Mayfield para sustituir a Tom Brady en los Bucaneros. Aun con todo ese peso sobre sus hombros, acalló las críticas que ponían en duda su talento para suplir al mejor quarterback de todos los tiempos. Lo consiguió clasificando a Tampa Bay con tres pases de anotación, para exhibir a las Águilas de Filadelfia (32-9) en la Ronda de Comodines. En la Serie Divisional, los Leones de Detroit serán su siguiente rival.
La eliminación de los subcampeones es la debacle de un equipo que venía a la baja.
Después de un inicio prometedor con 10 victorias en 11 juegos, la crisis azotó a Philly en el peor momento. Cinco derrotas en los últimos seis enfrentamientos causaron desconcierto en un equipo que a principio de temporada era firme candidato a repetir por año consecutivo en el Super Bowl.
Los Bucaneros, en cambio, plantaron su mejor versión en diciembre; el mes más importante para embalarse a los playoffs. Tenían ligera ventaja, y en el Raymond James Stadium, con sus más de 75 mil butacas pintadas de rojo, se notó.
El precursor de todo fue Mayfield. El lanzador levantó a la fanaticada de Tampa con su primer dardo a las diagonales en combinación con David Moore, quien con un par de quiebres extendió la jugada hasta zona de touchdown.
Aunque se distanciaron en el marcador con tres de goles de campo, Filadelfia respondió en el segundo cuarto con pase de Julen Hurts a Dallas Goedert, para reducir la ventaja, y acortarla aún más con los tres puntos que conectó el pateador Jake Elliott.
En este punto, con la serie pareja (16-9), los Bucaneros apretaron otra vez; esta vez en los últimos dos periodos. Así, Mayfield, sustituto del retirado Tom Brady, mandó su segundo y tercer pase de touchdown, para acabar con las Águilas y redondear su mejor noche en siete años como jugador de la NFL, y primero como titular con Tampa.