Tomás Moro creó en 1516 el concepto “utopía” a partir de los términos griegos ou (no) y tópos (lugar), es decir, “el no lugar”. La obra clásica da nombre y forma literaria a una isla imaginaria con un sistema político, social y legal perfecto; nada qué ver que los “Los no lugares” de Marc Augé, que se refieren a aquéllos donde los seres humanos no se apropian del espacio, sino más bien sostienen una relación de consumo.
Lo opuesto a las Utopías de Clara Brugada. En 2019, Clara Brugada, quien fue alcaldesa de Iztapalapa, diseñó y construyó un conjunto de 12 utopías en la demarcación con el mayor volumen de población en la Ciudad de México, y la segunda del país (después de Tijuana), Iztapalapa tiene un millón 835 mil 486 habitantes. Recurre al término que inventó Moro en aquel contexto de cambios radicales, unos años después del “descubrimiento del nuevo mundo” o más bien del arranque de la expansión imperial europea.
En el Renacimiento floreció el “socialismo utópico”, porque Utopía, de Moro, introdujo ideas que se convirtieron en principios del pensamiento radical y moderno: la crítica a formas verticales de gobierno y de propiedad privada, y la búsqueda de un orden social justo y equitativo. “La utopía es, sobre todo, un ideal al que aspirar”, afirma Clara Brugada, al tiempo que reconoce como un momentum de gran transformación el que hoy está viviendo México.
Aunque para algunos la utopía es un “no-lugar”, algo imposible o irrealizable, la ex alcaldesa no está de acuerdo con tal interpretación. Quizás por ese idealismo que la caracteriza, la ex alcaldesa ha dedicado su vida al servicio público, y define la política como “el arte de convertir los sueños en realidad (…) las utopías son un ideal al que hay que aspirar”.
Las UTOPIAS son además siglas, una denominación que armoniza las iniciales y significados de las palabras para configurar el concepto: Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y Armonía Social: UTOPIAS. Se trata de complejos culturales, espacios dedicados a fomentar el derecho a la cultura y a la recreación de los habitantes de la demarcación y de cualquier visitante, con cargo al Estado.
Una estrategia que abre espacios, canchas y foros al aire libre donde se desarrollan ejercicios deportivos y recreativos: yoga, masajes, clases de natación en albercas semiolímpicas, pistas de hielo, de atletismo, de patinaje, de boxeo y demás; talleres de danza, canto, cine, música y más. Hay también módulos de cuidados y centros de servicios para la prevención de adicciones y de violencias de género.
Se han construido 12 complejos culturales y deportivos como parte de un megaproyecto que implicó la transformación de más de medio millón de metros cuadrados, diseñados en estructuras muy estéticas. Recientemente tuve oportunidad de visitar un par de las UTOPIAS en Iztapalapa. Viví una experiencia intensa, una impresión de alegría cercana al llanto; en especial, al presenciar cómo ha sido posible concretar servicios integrales tan necesarios, y atender a tantas personas que habían estado excluidas de los mismos.
La UTOPIA El Barco es una gran instalación en forma de navío que abarca cerca de 4 mil 300 metros cuadrados de extensión. Está construida bajo la metáfora de la navegación colectiva que podemos experimentar quienes vivimos en este planeta.
Al entrar hay una sala de exhibición para promover la acción colectiva hacia la prevención del cambio climático, el museo digital muestra la interacción de las violencias estructurales a la naturaleza con las originadas por las desigualdades sociales y económicas.
Después pasamos a un recinto tecnológicamente innovador: el primer Acuario Digital Interactivo de la Ciudad de México (el más grande en América Latina) sepulta la idea de tener encerrados vivos a los animales, una caja negra de inmersión de 360 grados, donde no se distinguen pisos ni paredes, se vive una experiencia virtual de “sumergirse” en las profundidades del océano, un juego interactivo que al tocar cada una de las especies marinas te muestran su nombre científico.
En otra planta hay una sala dedicada a la prevención de la violencia y del abuso sexual a las infancias y a las mujeres, donde se ofrecen talleres de educación sexual y de prevención con juegos interactivos a la altura de quienes tienen baja estatura. Además hay un auditorio y un puerto digital que ofrece talleres de artes digitales y electrónicos. En la UTOPIA Meyehualco me conmovió mucho encontrarme con un módulo del Sistema Público de Cuidados.
Clara Brugada diseñó y sobre todo concretó un conjunto de servicios que son parte de un sistema que revaloriza y asume como tarea de Estado el trabajo de cuidados, como lo mandata la Constitución de la Ciudad de México: atención integral a madres trabajadoras, lavandería popular, ludoteca y comida para llevar (11 pesos por persona); escuela para hombres donde aprenden a cocinar, planchar y peinar hijas e hijos; casas de día para adultos mayores, albercas de hidroterapia para superar discapacidades, ¡un verdadero sueño hecho realidad!
El modelo de UTOPIAS de Iztapalapa ha sido replicado en países de Centro y Sudamérica y tendría que ampliarse en todas las alcaldías y municipios del país. La ONU lo reconoció como una iniciativa de alto impacto contra las desigualdades.
*Secretaria general del Conapo X: Gabrielarodr108