Nueva York. Las órdenes de Israel para que más de un millón de personas en Gaza se desplacen sin garantizarles el acceso a alimentos, atención médica, refugio o seguridad incumplen los requisitos legales internacionales y “equivalen potencialmente a un traslado forzado, un crimen de guerra”, declaró el viernes un alto funcionario de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La subsecretaria general de Derechos Humanos, Ilze Brands Kehris, también expresó su alarma por las “declaraciones incendiarias” de algunos funcionarios israelíes que presionan para que los palestinos sean reasentados en el extranjero.
“El derecho de los palestinos a regresar a sus hogares debe estar respaldado por una garantía férrea”, declaró en una reunión del Consejo de Seguridad sobre la amenaza del desplazamiento forzado.
El jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, declaró ante el Consejo que “lo que se está produciendo en Israel y en los territorios palestinos ocupados es una guerra llevada a cabo prácticamente sin tener en cuenta el impacto sobre la población civil”.
Como resultado de las incesantes órdenes de desalojo emitidas por Israel, dijo, más personas “se ven hacinadas en una porción de tierra cada vez más pequeña, sólo para encontrar aún más violencia y privaciones, viviendas inadecuadas y una ausencia casi total de los servicios más básicos”.
Griffiths también dijo que las declaraciones de funcionarios israelíes sobre animar a los palestinos a ir a otros países plantean “graves preocupaciones” sobre posibles “traslados o deportaciones forzadas en masa... algo que estaría estrictamente prohibido por el derecho internacional”.