Múnich. Franz Beckenbauer, leyenda del fútbol fallecido el domingo a los 78 años, fue inhumado este viernes en la intimidad familiar, en un cementerio del sur de Múnich, según medios alemanes.
Es en el cementerio de Perlacher Forst, a dos kilómetros de la calle en la que creció y dio sus primeras patadas al balón, donde Franz Beckenbauer, apodado el Kaiser, fue enterrado, en la cripta familiar y junto a la tumba de su hijo Stephan, fallecido de un tumor cerebral a los 46 años en 2015, informó el periódico Bild.
Un reducido grupo de familiares acompañó al féretro, cubierto de flores, en el cementerio nevado, según las fotos aparecidas en la prensa.
El icono del futbol alemán se había retirado a Salzburgo, ciudad austríaca vecina de su Baviera natal. Debilitado por la enfermedad, había reducido progresivamente sus apariciones públicas. La muerte de su hijo Stephan también resultó un duro golpe en su ánimo.
Campeón del mundo como jugador en 1974 y como entrenador en 1990, ganador de la Copa de Europa de clubes en 1974, 1975, y 1976, Beckenbauer lo ganó todo como jugador y como técnico antes de iniciar una carrera como dirigente, primero en el Bayern, y después en instancias rectoras del futbol logrando para Alemania la organización del Mundial-2006.
En una semana se le tributará un homenaje póstumo, el viernes 19 de enero a partir de las 15h locales en el Allianz Arena, el estadio que contribuyó a erigir a comienzos del siglo XXI.
El canciller alemán Olaf Scholz anunció su presencia en esta ceremonia en siete días.