Yo no conocí a Épstin y tampoco me invitó a su isla. Tú hubieras sido el primero en saberlo. Pero no lo puedes creer. Apenas apareció su lista y ya Augusto y don Juan me salen con que a ellos sí los mandó invitar a través de Peña. Él estuvo por allá y en las redes anda circulando la foto donde aparece con Piñera y otros acompañando a Clinton. Augusto dice que no pudo volar porque a última hora su filial de Ecuador lo requería de urgencia. Y don Juan resulta que tenía programado un chequeo en Rochester: apenas y puede moverse y lo primero que te espeta es que su especialidad son las Lolitas. Par de echadores.
Mi papá sí estuvo invitado a una de las fiestas que Yefri ofreció en su isla, por medio de Clinton, que es amigo de Vicente –perra suerte, estalla el escándalo y en su rancho tiene de refugiado a Clinton–. Papá no podía aceptar, pues en tres días se casaba mi hermana Lola y ni modo: él tenía que entregarla. Claro que a mí también me hubiera gustado recibir una invitación de Yefri. Pero no hay mal que por bien no venga; me ahorré turbosina y de repente andar ahora en su lista. La verdad es que no me promoví lo suficiente para ser invitado. Hubiera sido fácil a través de Clinton o Al Gor. Mi papá puso para sus campañas. Y lo mismo hicimos él y yo para la de Trump. Nosotros ’tamos bien con Dios y con el diablo. Es la fórmula de ganar-ganar. Y ahí sí, para que veas, en Mar-a-Lago he estado no una vez, sino más de las que me acuerdo. Todo fue regalarle a Trump una corbata azul trueno que le gustaba –en varias fotos se la he visto puesta– y olvídate, huésped permanente en Mar-a-Lago, que no está destinado, precisamente, para recepciones formales. Épstin intercambiaba visitas con Trump. Los dos eran vecinos en Florida y muy proactivos en los masajes que nos gustan.
De andar con las chiquitas como que algo te huelen. El crosh de Toñeta conmigo te lo he contado. Fue con Higinio y toda la familia entre la gente que invité a la charreada en Los Ariles. Ella iba a cumplir sus 15 cuando nos encerramos en el cuarto de monturas. Le gusta el mezcal y ya se había metido dos shots de Montelobos. Lo más extraño, te lo he dicho, es que ya no era virgen. Tú te fuiste a Nepal y ya no te conté lo que siguió. Higinio la tenía en Auer Léidy of the Léik. Cuando se graduó de Jái Escúl, ella le pidió que la enviara a Nexium, en Álbany. Mi comadre Salma la llevó personalmente al curso ese de Exequiutiv Siuxés Program. Más de un año después la tuvo que ir a rescatar del lugar. No es que a ella la mantuvieran en prisión, como a otras, sino que se negaba a abandonar el sitio preferente que le había asignado Reniér. Ya era una de sus favoritas. También a él le gustan las chiquitas. Ahora es un mujerón desperdiciado desde que se casó con el mocho de Corcuera: más mocho que su pariente de los Legionarios. En fin.
Lo que encabrona es el jineteo que está haciendo la prensa con la puta lista esa. Ya vi los nombres de los que aparecen en ella. En primer lugar, si Épstin está más asesinado que muerto –lo del suicidio fue puro cuento–, rascarle más a lo que hizo es franca puñetería. Yo creo que es pura pantalla para distraer a la gente de cosas más de fondo. Nomás date cuenta, la prensa, aparte de los famosos, saca al papa Juan Pablo Segundo. Y eso a mí sí me jode. No, no, no te equivoques, con Maciel era estrategia. Y así lo sentimos en el club. El Papa lo necesitaba de tesorero de lo que nosotros le dábamos a la Iglesia. Nosotros sabíamos en las que Maciel andaba con sus muchachitos, pero él era el picaporte que necesitábamos para llegar al Papa. Mi papá siempre decía que no debíamos escatimarle aportaciones a la Iglesia, así fuera a través del diablo. Si los recursos que le llevaba Maciel al Papa servían para combatir el comunismo, muy bien empleados. Y claro que tenía razón. La labor de Juan Pablo en Polonia a través de Valesa fue determinante para la caída de la Unión Soviética. Sólo esto lo hacía merecedor de la beatificación, ¿o no?
Pero la gente se va con la finta y confunde una foto con un chisme. Un día mi hija Alín –ya sabes, ella se graduó en performing arts– me va mostrando una composición que hizo mediante unos recortes con los rostros de Maciel, Reniér y Épstin, nomás que cambiados: puestos unos en el cuerpo de otros. En el cuerpo de Maciel aparecía el de Épstin, en el de Reniér el de Maciel y en el de Épstin el de Reniér. No dije una palabra, pero ella notó que su “ingeniosidad” no me gustó para nada. Carajo.
Gramática de las equivalencias fonéticas en el texto:
Al Gor (Al Gore).
Álbany (Albany).
Crosh (Crush).
Yéfri y Épstin (Jeffrey Epstein).
Exequiutiv Siuxcés Program (Executive Success Program).
Jái Escúl (High School).
Jólibud (Hollywood).
Nexium (Nxium).
Auer Léidy of the Léik (Our Lady of the Lake).
Juan Pablo Segundo (Juan Pablo II).
Valesa (Walesa).