Nueva York y Washington. No es posible encontrar un estado de estos Estados Unidos donde no broten protestas contra la guerra de Israel en Gaza, demandas de un cese al fuego inmediato y condenas a la complicidad de Washington en lo que califican como genocidio. Manifestantes interrumpieron el discurso del presidente Joe Biden en Carolina del Sur el lunes y luego bloquearon brevemente el ingreso al aeropuerto donde estaba por aterrizar en Dallas pocas horas después, solo algunas de acciones incesantes durante los últimos tres meses alrededor del país.
Tres puentes y un túnel que comunican a Manhattan con el mundo fueron bloqueados esta semana por manifestantes contra la guerra de Israel en Gaza con el propósito de hacer sentir aquí por un par de horas algo parecido a la vida incomunicada y sitiada de los palestinos por un ratito, en una de las incesantes acciones de protesta en Estados Unidos a lo largo de los últimos 90 días demandando un cese al fuego y contra la complicidad estadunidense en lo que acusan son crímenes de guerra contra palestinos.
En universidades públicas y privadas de costa a costa, en frente de sedes de empresas y bancos, en cruces centrales y plazas -Wall Street, Times Square y Rockefeller Center, en Lincoln Center- en salones oficiales del Congreso y frente a la Casa Blanca, como en sedes legislativas estatales como la de California, en foros académicos o políticos, en las arterias de tránsito en Los Ángeles, en las colinas de San Francisco, en el centro de Chicago, e incluso en ciudades y pueblos más pequeños en estados como Míchigan y Florida y hasta en estadios deportivos como el estadio de los Yankees, las acciones de desobediencia civil, marchas, vigilias y manifestaciones han sido casi diarios durante los tres meses de la guerra israelí contra el pueblo palestino.
Entre acciones locales, hay triunfos como la aprobación unánime del concejo municipal de Portland, Maine, de una resolución exigiendo un cese al fuego en Gaza. En Dearborn y otras ciudades hay camiones con espectaculares electrónicos con el mensaje de que “¿No tienes lo suficiente para gastos de salud?, perdón, es que tenemos que darles miles de millones a los israelíes para que lanzar bombas contra niños” [https://x.com/huwaidaarraf/status/1740944612309823909?s=20].
El profesor Rashid Khalidi de la Universidad de Columbia es una de las voces prominentes en Estados Unidos que continúa nutriendo la oposición la posición oficial [https://www.jornada.com.mx/noticia/2023/11/23/mundo/israel-201croba-tierra-mientras-hablamos201d-rashid-khalidi-6582], junto con el profesor Jeffrey Sachs quien advierte: “Estados Unidos está completamente aislado globalmente por apoyar a Israel en esta masacre… Es la peor política exterior imaginable”.
Para el gobierno israelí y sus aliados en Estados Unidos, las voces de críticos judíos son las más peligrosas, como es el caso de Noam Chomsky, entre otros, ya que rompen el control de la narrativa de que Israel representa a los judíos. “Mi deseo hoy es que los guetos judíos de nuestros días -el campamento de muerte en Gaza y la Cisjordania ocupada- serán liberados de los nazis de nuestros días, el gobierno israelí, para que todo palestino pueda gozar a la misma libertad de seguir por su camino de la vida que afortunadamente tuvo mi padre”, escribo el periodista estadunidense Aaron Mate al celebrar el 80 cumpleaños de su padre, el doctor Gabor Mate, sobreviviente judío de la ocupación nazi de Hungría, y quien hoy es un critico severo de la guerra de Israel contra los palestinos, lo cual llama “el evento más angustioso que he atestiguado en mi vida”.
Estados Unidos, acusan este mosaico de oposición, es cómplice de los crímenes de guerra de Israel y proclaman diario, y otra vez más, “no en nuestro nombre”.