Tijuana, BC. México y Estados Unidos colocaron hoy la primera piedra en la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales de San Antonio de los Buenos -que construye la Sedena- como parte de un proyecto binacional en el que se invertirán 500 millones de dólares para sanear las aguas negras de Tijuana que terminan en la bahía de San Diego, origen de muchos conflictos entre las comunidades fronterizas.
“Tenemos nada más una casa” dijo el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, sobre la importancia de proteger el medio ambiente donde vivimos independientemente de las fronteras y los procesos electorales que se avecinan en ambos países. Y es que el proyecto para limpiar las aguas negras que Tijuana tira al mar desde hace una década llevará varios años.
En el acto de inicio de las obras estuvieron el embajador y la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Avila Olmeda, así como funcionarios de la Secretaría de la Defensa Nacional. De hecho había en el mismo sitio una planta de tratamiento con ese nombre, pero desde 2015 tuvo grandes fallas y en 2017 prácticamente dejó de funcionar, así que se decidió construir una nueva.
San Antonio de los Buenos recibía el 25% de las aguas negras del municipio. En el Acta 328 de la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA)- entró en vigor en 2022- los dos países se comprometieron a invertir casi 500 millones de dólares en distintos proyectos en la región de San Diego y Tijuana para abordar el flujo de basura, sedimentos y aguas residuales hacia el Océano Pacífico.
El gobierno estadunidense tiene especial interés en este tema coincidieron las autoridades de aquel país debido a que las aguas negras de Tijuana han estado llegando a las costas de California por más de una década.
La alcaldesa de Imperial Beach, Paloma Aguirre, una de las ciudades costeras de California afectadas por la contaminación costera mencionó hoy que “tenemos una situación de emergencia, nuestras playas han estado cerradas todos los días del año pasado y lo que va de este”.
La alcaldesa Aguirre también aseguró que la relación con el actual gobierno estatal ha sido productiva “ella (la gobernadora Marina del Pilar Avila) desde un principio se reunió con nosotros y fue muy franca, muy honesta en el problema”.
Aunque originalmente el proyecto de San Antonio de los Buenos iba a ser puesto a licitación pública, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en su última visita al estado que la obra sería realizada por la Sedena con recursos propios y quedaría terminada en septiembre de 2024.
Cuando la planta sea inaugurada en septiembre de este año, procesará 800 litros de aguas negras por segundo, una cantidad comprable a lo que debería procesar la planta de South Bay, que se encuentra en el condado de San Diego y la cual también ha sido señalada por ambientalistas como deficiente.
“Creo en la importancia de este tema del agua, es un tema verdaderamente binacional (…) son temas importantes para el presidente Biden y para mí, por ejemplo el tema de la lucha que llevamos contra el cambio climático, si no se atiende eso de todas las maneras, estamos poniendo en peligro a la humanidad” aseguró el embajador Salazar en atención a medios.
“Es importante este trabajo de las aguas y la contaminación que se habla hoy, pero también de otros temas acá, llevamos el trabajo en el Río Colorado para ver cómo se puede recuperar el delta del río, un proyecto que algunos de nosotros hemos trabajado ya por 20 años” mencionó el embajador estadounidense sobre las problemáticas ambientales que competen Estados Unidos Y México en esta región.
Sobre los trabajos que se deben realizar en Estados Unidos, el embajador Salazar confirmó que su gobierno estaría solicitando disponer de 300 millones de dólares más para hacer las reparaciones necesarias a la planta de South Bay, además de los 300 millones que ya fueron usados para la expansión y mantenimiento de esta misma planta el año pasado.