Ciudad de México. México encabeza junto a economías de ingreso alto el encarecimiento de la vivienda respecto a los niveles previos a la pandemia y tan sólo en 2023 fue el segundo país donde se registró la mayor escalada de precios, sólo detrás de Emiratos Árabes Unidos, exhibe el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La asequibilidad de la vivienda sigue siendo limitada en medio de un entorno de tasas de interés más altas. Los posibles compradores de viviendas enfrentan precios altos y costos de endeudamiento elevados, mientras que los propietarios se abstienen de poner a la venta sus propiedades”, expuso el organismo sobre el contexto mundial del mercado inmobiliario.
Datos del FMI exhiben que en México la vivienda se ha encarecido 8.44 por ciento desde los niveles previos a la pandemia, sólo por debajo de Israel, donde los costos de este derecho se dispararon 23.69 por ciento; Portugal (22.29); Estados Unidos (19.15); Japón (15.29), Países Bajos (14.4), Emiratos Árabes Unidos (14.15) y Australia (9.24 por ciento).
En 2023, cuando sólo en siete países se registró un encarecimiento real de la vivienda, México ocupa el segundo sitio, con un incremento de 4.72 por ciento. Mientras en Emiratos Árabes Unidos este avance es de 10.39. Los otros países donde también el año pasado se registraron alzas en el costo de un hogar fueron Israel, Portugal, Tailandia, Japón y Malasia.
“A medida que los bancos centrales mundiales aumentaron las tasas de interés para controlar la inflación, los precios de las viviendas se han enfriado en relación con el inicio del ciclo de alzas. Sin embargo, a pesar de la sensibilidad del mercado residencial a tasas de política más altas, los precios aún se encuentran por encima de los promedios históricos”, publicó el FMI en su blog.
El organismo advirtió que tal apreciación del crédito también se transfiere al costo de rentar. “Mucha gente prefiere alquilar en lugar de comprar, dado que los precios medios de las viviendas han tardado en ajustarse. En este contexto, la combinación de tasas más altas y una oferta de viviendas aún escasa crea un círculo vicioso que complica la lucha de los bancos centrales contra la inflación”, explicó.
El FMI expuso que la asequibilidad de la vivienda se ve más limitada en medio de precios de las viviendas aún elevados y tasas de interés más altas. Agregó que los mayores costos de la deuda para los hogares, es probable que se resientan sobre todo “en mercados inmobiliarios sobrevaluados y donde la vida útil promedio de los préstamos hipotecarios es más corta”.
En Estados Unidos, por ejemplo, los aumentos de las tasas de interés de la Reserva Federal removieron el mercado de préstamos hipotecarios; la tasa promedio de una hipoteca fija a 30 años alcanzó recientemente 7.8 por ciento, su máximo nivel en dos décadas. Estos costos están poniendo la adquisición de vivienda “aún más fuera del alcance” de posibles compradores, “ya que los pagos iniciales requeridos también se han convertido en un factor prohibitivo porque los ahorros se han reducido desde la pandemia”.
Actualmente las tasas hipotecarias promedio a 30 años en Estados Unidos se encuentran en 6.6 por ciento, alrededor de 3 puntos porcentuales por encima de los mínimos pandémicos, lo que ha llevado a que la originación de hipotecas se encuentre 18 por ciento por debajo de los niveles del año pasado, mientras que las solicitudes de refinanciamiento aumentaron 8.5 por ciento durante el año a medida que las tasas hipotecarias continuaron bajando.
El FMI subrayó que si la Reserva Federal comienza a recortar las tasas este año, como proyecta el mercado y especialistas, las tasas hipotecarias seguirán ajustándose y la demanda de vivienda reprimida podría desatarse. Sin embargo, “un aumento repentino, como resultado de rápidos recortes de tasas, podría contrarrestar cualquier mejora en la oferta de viviendas, provocando un repunte de los precios”.