Washington. Las tres juezas de la corte de apelaciones de Washington que examinan la petición de inmunidad penal de Donald Trump como ex presidente se mostraron escépticas este martes durante una vista en presencia del acusado, inculpado por haber intentado alterar los resultados de las elecciones de 2020.
Con sus demandas, el gran favorito de las primarias republicanas para las elecciones presidenciales de noviembre intenta aplazar al máximo sus procesos penales y si es posible hasta después de los comicios, que se espera sean una revancha entre él y el presidente demócrata Joe Biden.
La vista judicial tuvo lugar en plena campaña electoral, a menos de una semana del inicio, el lunes, de las primarias republicanas en Iowa.
Trump acudió a la corte pese a no estar obligado a ello. "¡Lo mínimo a lo que tengo derecho es a la Inmunidad Presidencial sobre las Falsas Acusaciones de Biden!", señaló el lunes el expresidente de 77 años en su red Truth Social.
El debate duró aproximadamente una hora y concluyó a las 10 horas 45 (15 horas 45 GMT).
El pasado 1 de diciembre, la jueza Tanya Chutkan, que presidirá el proceso, rechazó su petición de inmunidad alegando que no existe ningún texto legal que proteja a un expresidente de un proceso penal.
Los abogados de Donald Trump aducen que goza de "inmunidad absoluta" por haber sido presidente. Citan jurisprudencia de la Corte Suprema de los años 80 sobre las demandas civiles contra el exmandatario Richard Nixon.
También argumentan que no puede ser juzgado por haber intentado presuntamente alterar los resultados debido a que fue absuelto de ello en un juicio político en el Congreso por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Ese día cientos de partidarios de Trump intentaron impedir la validación de la victoria de Biden.
"Paradójico"
"Autorizar el procesamiento de un presidente por sus actos oficiales abriría una caja de Pandora de la que esta nación podría no recuperarse nunca", estimó este martes el abogado de Trump, John Sauer. El exmandatario no hizo uso de la palabra.
"La noción de que la inmunidad penal para un presidente no existe es una afirmación chocante", según Sauer. "Autorizaría, por ejemplo, la acusación del presidente Biden en el distrito oeste de Texas cuando deje el cargo por su mala gestión de la frontera" con México, que registra un récord de cruces ilegales de migrantes.
Pero la jueza Karen Henderson, nombrada por el expresidente republicano George W. Bush, consideró "paradójico decir que su deber constitucional de 'velar por la fiel ejecución de las leyes' le permite violar las leyes penales".
La magistrada Florence Pan, nombrada por Biden, preguntó de forma hipotética si un presidente que ordena a las fuerzas especiales asesinar a un rival político puede ser procesado penalmente aunque no haya sido sometido a juicio político y condenado por el Congreso.
"Mi respuesta es un sí con reservas", dijo Sauer. "Tendría que haber un juicio político".
"Así que por lo tanto no es total y absolutamente inmune porque bajo el procedimiento que usted admite puede ser procesado si hay un juicio político y es condenado por el Senado", replicó Pan.