Madrid. El balance de víctimas mortales a causa del terremoto de magnitud 7.6 registrado el 1 de enero en el oeste de Japón ha ascendido a 180 personas, mientras que 120 siguen desaparecidas, según han confirmado este martes autoridades locales.
La prefectura de Ishikawa, la más afectada por el seísmo, ha confirmado 81 muertos en la ciudad de Wajima, 71 en la ciudad de Suzu, 18 personas en la ciudad de Anamizu, cinco personas en la ciudad de Nanao, y dos personas en Noto, dos en Shika y una en Hakui.
Las autoridades locales han publicado un listado con los nombres y edades de más de un centenar de personas que se encuentran desaparecidas, mientras que continúan las labores de búsqueda y rescate una semana después del seísmo, que hirió también a 565 personas, según recoge la cadena de televisión pública NHK.
En la víspera, el primer ministro nipón, Fumio Kishida, designó el terremoto como desastre "principal-severo", lo que permite acelerar la aprobación de ordenanzas gubernamentales relacionadas con ayudas para proyectos de recuperación de desastres para hacer frente a los daños provocados por los seísmos en las infraestructuras.
"Las áreas afectadas deberán estar en guardia contra terremotos con una intensidad sísmica máxima de 5 o más durante el próximo mes, y también habrá fuertes nevadas y otras condiciones climáticas adversas", advirtió el jefe de gobierno a través de una serie de publicaciones en su perfil de la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Tras ello, el gobernador de la prefectura de Ishikawa, Hiroshi Hase, ha aseverado que continuará "centrando" sus "esfuerzos no solo en salvar vidas sino en asegurar infraestructura como carreteras, electricidad, agua y comunicaciones". Asimismo, ha agradecido a Kishida su "pronta respuesta" y prometió seguir trabajando "estrechamente" con el gobierno nacional".
El terremoto tuvo su epicentro a unos 30 kilómetros al noroeste de Wajima y una profundidad de 16 kilómetros. El seísmo desencadenó una inusual alerta de tsunami importante y se ha visto replicado por cientos de nuevos temblores.