Quito. El presidente Daniel Noboa decretó el lunes estado de excepción en todo el país, incluidas las cárceles, poco menos de 24 horas después de que su gobierno confirmara la desaparición del capo del crimen organizado Adolfo Macías, alias Fito, de una cárcel de la ciudad de Guayaquil.
En el decreto ejecutivo, el mandatario dispone la participación de las fuerzas armadas ante la “grave conmoción interna” y el ingreso de sus efectivos en los centros penitenciarios “para garantizar que no exista amenaza o afectación grave a la integridad física” de los presos.
El estado de excepción estará vigente por 60 días y es el primero que decreta el presidente Noboa, desde que asumió el cargo hace un mes y medio. En el gobierno anterior fue ampliamente utilizado por el expresidente Guillermo Lasso, que estuvo en el poder hasta finales de noviembre del año pasado.
La decisión llega el mismo día en que la fiscalía procesó a dos guardias penitenciarios involucrados por la presunta fuga del peligroso líder del narcotráfico, detectada momentos antes de que fuera trasladado a una prisión de máxima seguridad, en un caso que le ha valido críticas al gobierno de Ecuador por la falta de control en el sistema penitenciario y la inseguridad en el país.
Noboa, en un breve mensaje en la red social Instagram, dijo que no va “a negociar con terroristas”, como ya mencionó en campaña, y que no descansará "hasta devolverle la paz a todos los ecuatorianos”.
Aseveró que hubo un tiempo en que los condenados por narcotráfico y crimen organizado le “dictaban al gobierno de turno qué hacer; lo que estamos viendo en las cárceles del país es el resultado de enfrentarlos”.
La noche del domingo, la Policía confirmó que tras un operativo conjunto con militares desplegado por la madrugada los agentes reportaron la ausencia de Fito en su celda, en la denominada cárcel Regional, que es parte de un complejo de prisiones ubicado en las afueras de la ciudad de Guayaquil, a unos 270 kilómetros al suroeste de Quito.
Allí el capo cumplía una condena de 34 años por narcotráfico, crimen organizado y homicidio.
Además, el organismo penitenciario confirmó que en las últimas horas se han registrado incidentes menores en diferentes algunas prisiones y la retención de guardias penitenciarios de las provincias de El Oro, Loja, Chimborazo, Cotopaxi, Azuay y Pichincha, cuya capital es Quito.
Ante estos hechos, la policía y fuerzas armadas activaron protocolos de seguridad y trabajan para restablecer la normalidad. “No se han reportado heridos, ni actos que vulneren la seguridad entre los internos ni el personal penitenciario”, añadió. No se dio a conocer el número de guardias que siguen retenidos.
Noboa argumentó después que el gobierno ha emprendido acciones para “recuperar el control de los centros de privación de libertad que se ha perdido en los últimos años” y, en respuesta, los grupos "narco terroristas pretenden amedrentarnos y creen que cederemos ante sus demandas”. No detalló a qué peticiones se refería.
El presidente añadió que ha dispuesto a la policía y a las fuerzas armadas que intervengan en el control de las cárceles con el respaldo del estado de excepción para que “tengan todo el respaldo político y legal en su accionar” e hizo un llamado a la ciudadanía a respaldarlos.
Noboa no se refirió a la presunta fuga de un peligroso líder de organizaciones criminales, lo que es investigado por la Fiscalía, que procesa a dos guardias penitenciarios en torno al caso.
De hecho, aunque se confirmó su ausencia de la cárcel, ninguna autoridad gubernamental ha hablado de “fuga” para referirse a la desaparición de Adolfo Macías, alias “Fito”, considerado el líder de “Los Choneros”, una de las principales organizaciones del crimen organizado de Ecuador a la que las autoridades le atribuyen nexos con el cártel mexicano de Sinaloa.
La “no presencia” del recluso en su celda, en palabras del comandante de la policía, César Zapata, fue detectada el domingo cuando iba a ser trasladado a la prisión de la Roca, de máxima seguridad, en Guayaquil.
Solo la Fiscalía hizo alusión a que se trataba de una “fuga” al informar que había procesado a dos funcionarios de la cárcel por la presunta evasión, mientras Roberto Izurieta, secretario de Comunicación del gobierno de Daniel Noboa, indicó en una entrevista televisiva el lunes por la mañana que “lo más probable es que se filtró información”, lo que provocó la presunta evasión de alias Fito.
Izurieta también reconoció que el sistema carcelario ecuatoriano es un sistema “fallido”.
La desaparición de alias “Fito” de la cárcel ha aumentado la presión contra el gobierno del presidente Noboa, que asumió el cargo hace un mes y medio y que ganó la presidencia prometiendo resultados rápidos en la lucha contra la inseguridad en Ecuador.
El presidente tiene un mandato solo de un año y medio, al haber ganado las elecciones adelantadas que convocó el exmandatario Guillermo Lasso.
El exministro de Interior, José Serrano, reprochó que la presunta fuga del capo es una “negligencia estrepitosa” del plan Fénix y del gobierno de Noboa, en alusión a la propuesta de seguridad de campaña de Noboa.
Ecuador cerró el año con un nuevo récord de homicidios, por tercer año consecutivo, que llegó a casi 7.600 muertes violentas. En 2022, esa cifra fue de 4.600 y en 2021, algo más de 2.100.
“La autoridad no controla las cárceles, por supuesto que no, está más que demostrado que las cárceles están en manos de los criminales ”, indicó a The Associated Press el decano de la Escuela de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales, Daniel Pontón.
En el caso de que se confirme que se trata de una fuga, no sería la primera vez que Macías, de 44 años, evade la seguridad de una cárcel ecuatoriana. En 2013, se escapó junto a 17 reos desde la prisión de máxima seguridad conocida como “La Roca”, donde permanecía recluido desde 2011 y a donde iba a ser trasladado la mañana del domingo.
“Desde allí (las prisiones) se controlan los contactos y las redes de extorsión y manipulación del Estado, la policía y la justicia, fiscalía”, señaló. Las cárceles son un lugar de “despacho y reclutamiento de las bandas criminales que se expresan con claridad en las calles del país”, agregó el decano Pontón.
El activista y político del movimiento Gente Buena, Edwin Ortega, dijo que “con la fuga de alias Fito usted (refiriéndose al mandatario) entrega oficialmente el Ecuador a las bandas”.
La banda de Los Choneros operó hasta 2020 bajo el mando de Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, cuyo asesinato desató una sangrienta guerra dentro y fuera de las cárceles con otros grupos delictivos que buscaban ocupar su espacio de poder en el tráfico internacional de drogas.
Fito ha permanecido preso los últimos 12 años, aunque ello no le ha impedido seguir al mando de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico, robo, extorsión, entre otros delitos, según las autoridades.
Tiene 14 procesos judiciales, entre ellos por asesinato y delincuencia organizada, cuyas sentencias han sumado 34 años de cárcel, la máxima permitida por la ley en Ecuador.