Para la Ciudad de México, como nunca infestada de baches, con un crecimiento, ojalá pasajero, de la violencia y un panorama político nada alentador, este año que corre no parece nada halagüeño.
Aunque el panismo, transa e hipócrita, no ofrece ningún alivio, la sombra de la abstención cada día crece más y Morena se ha quedado sin respuesta porque no cesa en sus diferendos internos, su veneno.
Las tribus crecieron, y aunque la fuerza hegemónica desde la que emanó Clara Brugada aparece compacta, la tribu de los Batres no tardará en declarar la guerra en contra de los Alcalde, o viceversa, porque los dos quieren lo mismo: todo el poder.
Pero ya habrá tiempo para analizar este fenómeno, que con algunas salvedades se asemeja mucho a lo que le sucedió al PRD, ahora el asunto es el panorama electoral que tiene sufriendo a algunos morenistas conscientes de que lo que viene es más que difícil y las mediciones no alcanzan para echar campanas al vuelo.
Desde hace más de un par de meses se realizaron ciertos estudios que esbozan el horizonte electoral bajo la regla del análisis de lo ya sucedido, y el asunto de la abstención ocupa un papel preponderante.
En 2018 la votación a favor de Morena alcanzó 2 millones 657 mil 349 votos, pero para 2021 el golpe fue duro y sólo logró un millón 743 mil 112 sufragios, es decir, de un total de 49 por ciento cayó a 43 por ciento, seis puntos a la baja.
Pero ahí no termina la desgracia porque la oposición (PRI-PAN- PRD), que en 2018 sólo logró 40 por ciento de los sufragios emitidos, en 2021 subió a 45 por ciento, y salvo un par de alcaldías, en todas las marcas fueron negativas.
El trabajo para Morena no puede tener ningún tipo de distractores porque de mantenerse el mismo panorama que en 2021, el escenario sería desastroso para la ciudad, y aunque eso parece imposible, y no por el trabajo de Morena, sino por las fallas de la oposición, el escenario ya ha sido puesto sobre la mesa de la candidata a la Presidencia Claudia Sheinbaum para su conocimiento y la medición correcta de la realidad.
El estudio en referencia pone a consideración algunos remedios, que por obvios parecen inútiles, y no da ideas diferentes de cómo recuperar, por parte de Morena, los espacios perdidos en la elección pasada.
No obstante, deberá servir para tomar algunas medidas, que hasta el momento no se ven por ningún lado, o para decirlo de otra manera: el peligro crece día con día dentro de Morena.
Tal vez por eso, aún ahora y con todos los elementos de juicio en la mano, en ese partido todavía no se pueden decidir los nombres de quienes ocuparán los espacios en disputa para las próximas elecciones, pero de eso hablaremos en la próxima entrega.
De pasadita
Hoy se decidirá la suerte de Ernestina Godoy. La oposición panista sigue en la necia: ni un voto a favor de la fiscal, pero en otras organizaciones las opiniones han cambiado y hasta anoche, entre la permanencia de Godoy en la fiscalía y un nuevo rumbo ya sólo mediaba un voto.
El juicio en contra de la aún fiscal se ha convertido más en una venganza que en una evaluación justa de su trabajo. Para los panistas es imperdonable que doña Ernestina haya desenmascarado sus negocios ilícitos en la construcción de vivienda y exigen venganza, mientras la fiscal, como explicamos, sólo trabajó en nombre de la justicia. ¿Eso es un pecado?
Hoy veremos en realidad hasta dónde se ha distorsionado la política, y a lo mejor nos causa sorpresa.
