Beirut. Israel y el grupo guerrillero libanés Hezbolá intercambiaron ayer disparos en uno de los días de más intensos combates transfronterizos de las recientes semanas, un día después de que el líder de la milicia, Hassan Nasrallah, prometió represalias por el asesinato de Saleh al Arouri, un alto mando de Hamas, en la capital libanesa de Beirut, presuntamente a manos de Tel Aviv.
Hezbolá informó que había lanzado 62 cohetes contra una base de vigilancia aérea israelí en el monte Merón y que había conseguido impactos directos en su respuesta inicial
al asesinato de Arouri. Señaló que también alcanzó dos puestos del ejército cerca de la frontera. Las fuerzas armadas israelíes indicaron que se habían lanzado unos 40 cohetes hacia Merón contra una base. El principal portavoz militar israelí, el contralmirante Daniel Hagari, indicó que los ataques no dejaron víctimas en Israel.
Hagari añadió que las fuerzas militares atacaron escuadrones de Hezbolá que lanzaron los cohetes y también impactaron instalaciones militares del grupo libanés. El grupo reportó que seis de sus combatientes murieron ayer, elevando a 150 la cifra de muertos desde que comenzaron los combates.
El dirigente de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, declaró que si no contratacaban en respuesta al asesinato de Arouri, perpetrado el martes, todo Líbano quedaría vulnerable a los ataques israelíes.
Los embates aéreos de Tel Aviv en el sur del Líbano alcanzaron las afueras de la localidad de Kouthariyeh al Siyad, a unos 40 kilómetros de la frontera, informó la Agencia Nacional de Noticias del Líbano, y añadió que hubo víctimas.
El primer ministro libanés, Nayib Mikati, advirtió al máximo diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, quien está de visita oficial en Beirut, que una ofensiva a gran escala de Israel sobre territorio libanés, en particular en el sur, supondría automáticamente la explosión regional
del conflicto.
La región quedó inhabitable: ONU
En Gaza, las fuerzas israelíes informaron que completaron el desmantelamiento del entramado militar
de Hamas en el norte del enclave y mataron a unos 8 mil militantes en esa zona, después de casi tres meses de una guerra que ha convertido al asediado territorio palestino en un lugar de muerte y desesperanza
, simplemente inhabitable
, denunció el jefe de operaciones humanitarias de la Organización de Naciones Unidas, Martin Griffiths.
En las recientes semanas, Israel ha reducido su asalto militar en el norte de Gaza e intensificado su ofensiva en el sur del territorio, donde la mayoría de los 2.3 millones de palestinos de Gaza se encuentran hacinados en zonas más pequeñas, provocando un desastre humanitario mientras siguen siendo bombardeados por Tel Aviv.
Al menos 16 palestinos murieron y otros 50 resultaron heridos como consecuencia de dos nuevos ataques del ejército israelí contra la ciudad sureña de Jan Yunis y contra el campamento de refugiados de Al Maghazi.
El primero de los ataques impactó contra una casa ubicada en Jan Yunis que albergaba a un gran número de desplazados y acabo con la vida de 12 civiles, además de provocar heridas de diversa consideración a otras 50 personas, informaron fuentes locales recogidas por la agencia Wafa.
Por otro lado, las fuerzas de Tel Aviv bombardearon una escuela de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la Unrwa, que acogía a personas desplazadas en el campo de Al Maghazi, en el centro de la franja. Este bombardeo ha acabado con la vida de al menos cuatro personas, incluida una mujer.
La guerra en la franja de Gaza se desencadenó por un mortífero ataque de Hamas, el movimiento de resistencia islámica, en el sur de Israel en que los combatientes mataron a unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron unos 250 rehenes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró en un discurso por video que la guerra no debe interrumpirse
hasta alcanzar los objetivos de eliminar a Hamas, conseguir la liberación de los rehenes y garantizar que Gaza no sea una amenaza para Israel.
El Ministerio de Salud de Gaza informó que 122 palestinos habían muerto en las 24 horas previas al reporte, para un total desde el comienzo de la guerra de 22 mil 722. La dependencia ha dicho que dos terceras partes de los muertos han sido mujeres o niños.
El número total de heridos ascendió a 58 mil 166, señaló el ministerio.
Médicos sin Fronteras informó de la evacuación de su personal del hospital de Al Aqsa, en el centro de Gaza, tras días de combates con artillería
y a raíz de la orden de evacuación emitida por el ejército de Israel.