La cifra de muertos por un gran terremoto en el oeste de Japón llegó a 100 el sábado, mientras los rescatistas luchaban contra las réplicas para extraer a las víctimas de entre los escombros.
Las muertes habían llegado a 98 horas antes ese día, pero se reportaron dos decesos más en Anamizu, mientras los funcionarios de la prefectura de Ishikawa, la región más afectada, celebraban su reunión diaria para discutir la estrategia y los daños. Hay más de 200 desaparecidos.
Algunos supervivientes que se habían aferrado a la vida durante días fueron liberados de sus casas derrumbadas. Un hombre fue rescatado 72 horas después de que una serie de poderosos terremotos comenzaran a sacudir la costa occidental de Japón.