El periodista estadunidense Tucker Carlson abrió pequeña rendija, hace pocos días, que muestra el gigantesco mundo de la industria militar de EU, profundamente enlazada con la corrupción política. Entrevistó al diputado Thomas Massie (cuarto distrito de Kentucky), quien declaró –con motivo de un pedido urgente de dinero para Ucrania de la administración Biden al speaker (líder) de la Cámara de Representantes– que: “Los congresistas tienden a aprobar estos gastos para el MIC (acrónimo de complejo militar industrial, en inglés) porque mucho de tal dinero es lavado por empresas de sus distritos para enriquecer gente y accionistas, algunos de los cuales son ellos mismos, los miembros del Congreso.
“Al justificar su solicitud –agregó Massie–, el jefe del Presupuesto de Biden argumentó que tales recursos revitalizarían la base industrial de defensa” de EU. “Enlistó un grupo de estados en que se produce armamento mortal: Alabama, Ohio, Texas.” Carlson comentó –en su programa de X– que esto es grotesco, que tal argumento, con todo y ser inmoral, es un argumento práctico, pero que en público ni siquiera eso confiesan, sino que declaran una “obligación moral” la aprobación de tales recursos, calificando de “bad person” a quien se oponga a ese gasto, como dijo el consejero de Seguridad Nacional, Jack Sullivan. Carlson recorrió, así, ligeramente, el velo ideológico con el que EU cubre sus acciones vergonzosas.
Pero Carlson dijo más: “Lo que nadie confiesa es que hemos inducido el asesinato de toda una generación de hombres ucranios, que nunca será remplazada”.
Esto cuadra con el reclamo del senador Rand Paul (Kentucky) de que ya designen un inspector general de los gastos en la guerra de Ucrania, exigencia que han pospuesto por más de un año que lleva exigiéndola; argumenta que para la invasión a Afganistán sí hubo tal inspector y se recuperaron miles de millones de dólares por “fraudes y abusos”. Preguntó: “¿A dónde han ido a parar los 113 mil millones de dólares gastados hasta el 25 de diciembre pasado? ¿Para qué son los 223 millones al día destinados a la trituradora de carne que es esa guerra?”
El 31 de octubre, Lloyd Austin (secretario de Defensa) compareció –junto con Blinken– ante el Comité de Asignaciones del Senado. Explicó que de 55 mil millones de dólares gastados en Ucrania y Gaza, 50 mil millones “fluyeron a nuestra base industrial, creando plazas laborales en 30 estados”. Es decir, la absoluta mayoría de la “ayuda al extranjero” no salió de EU; son recursos que usan en su propio beneficio, aumentando la deuda de los “países beneficiados” de tal ayuda, en este caso la agónica Ucrania, con millones exiliados, muertos o sin casa. Una desgracia total de una parte, riqueza desbordante de la otra.
Los 15 principales grupos del MIC ganaron 764 mil millones de dólares en la primera mitad de 2023; sus acciones subieron 25 por ciento. Destacan: Lockheed, RTX (antes Raytheon), Boeing y Northrop. Es fácil imaginarse –dada la estructura monopólica de la economía gringa– que estas astronómicas cantidades sólo incrementan las grandes fortunas del imperio. EU tiene un aparato de dominio mundial, creador de un sistema cuyo input es un flujo incesante de armamento y municiones letales y, luego de su proceso, produce un río de sangre, muerte y sufrimiento como output en Ucrania, Gaza, Yemen, Sudán, Somalia, Siria…; el revenue (ganancia) del sistema: miles de millones de dólares para los oligarcas dueños de EU.
¿Cómo se ha formado este monstruo que hoy es EU? La notable sociedad democrática que todavía existía en EU hace un siglo creó una cultura y productos que permiten formar en las mentes del mundo la imagen de “líder del mundo libre” que evita el crecimiento, en su interior, de tumores destructores de la sociedad. Ha degenerado en horrible oligarquía criminal. Los Lincoln y Jefferson degradados a los asesinos seniles Biden y Trump.
Según su autoversión, todo lo malo les llega del extranjero: el fracaso en Ucrania es por los “corruptos oligarcas ucranios”; su peón Netanyahu es un perro rabioso que “por su cuenta” asesina niños y mujeres, lo cual ellos “lamentan”; hasta la droga es extranjera: precursores de China y producción del fentanilo en México. En EU no hay capos de la droga, sólo son culpables los Chapos o los Pablos Escobar. Falso telón ocultando repugnante realidad.
Su crimen en Ucrania puede ser peor: cada vez gana credibilidad la versión de que Rusia ofreció firmar la paz cerca de un mes luego de la invasión; de que el servicio secreto gringo evaluó desde el inicio de la guerra que era “imposible de ganar” por Ucrania; pese a todo esto, EU, apoyado por Inglaterra, “boicotearon, en la OTAN” el posible acuerdo de paz. Monstruoso: parece que impusieron la guerra, la muerte, los daños económicos mundiales y la tragedia con el solo propósito de garantizar sus ganancias.
*Físico, profesor universitario