El número de quiebras de empresas en Suecia aumentó en 29 por ciento anual al cierre de 2023, alcanzando el nivel más alto desde la década de 1990, cuando el estallido de una burbuja inmobiliaria paralizó el sistema bancario del país nórdico.
Actualmente, Suecia también enfrenta una crisis inmobiliaria y una previsión de cierre de 2023 con un retroceso de 0.7 por ciento en su economía. Su inflación en 2023 llegó a sumar hasta 12 por ciento (para noviembre cayó a 5.8 por ciento), por lo que el banco central emprendió una campaña de subida de los tipos de interés.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigación Económica, “a partir de 2024, la economía sueca volverá a crecer, pero a un ritmo más lento”.
En el detalle, el número de nuevas empresas es el más bajo en más de una década en muchas grandes industrias. Los sectores que tuvieron el mayor aumento en el número de quiebras en 2023 fueron: las empresas de servicios y los servicios personales, con 46 por ciento; la industria de la construcción, con 36 por ciento; el comercio minorista, con 27 por ciento; el transporte, con 26 por ciento y la hostelería y el negocio de restaurantes, con 22 por ciento.
Gabriella Goransson, directora ejecutiva de UC -una agencia de referencia crediticia-, expone que hay tres razones por las cuales el número de empresas que quiebran aún no ha superado el nivel de la década de 1990: el mercado actual es más global que el de entonces, la crisis ha golpeado más ampliamente y las empresas suecas están ahora mejor preparadas para responder a las crisis.
No obstante, señala la agencia, esto puede ser sólo la punta del iceberg tras el persistente incremento de la inflación y los tipos de interés, señala UC.
Así, Goransson advierte que para 2024 la economía sueca en su conjunto empezará a crecer a un ritmo gradual, pero el aumento de las bancarrotas continuará.
“Estamos al borde de una etapa en la que incluso las empresas que han sido estables hasta ahora ya no pueden mantener un volumen de negocios y una liquidez estables. Desgraciadamente, esto llevará a que a principios del 2024 también veamos una creciente oleada de quiebras”, explica.
“La tendencia ligeramente optimista que vimos en el tercer trimestre del año, cuando las quiebras parecían estabilizarse, ahora se ha revertido”, añade.