Para este año que se nos viene, en el tema migratorio se han encendido demasiados focos rojos. Tantos que requirieron una reunión bilateral de urgencia, que, al decir de los funcionarios del otro lado, “ha sido muy productiva”, veremos.
El comunicado de la Casa Blanca propone una narrativa muy acorde con las posiciones de la 4T, lo que sin duda es significativo. En primer lugar, se destaca la importancia de atender las causas: pobreza, desigualdad, violencia y el declive de la democracia en la región.
No obstante, se señala como casos aparte a Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití, que requieren de una “iniciativa especial” y en los cuatro países la responsabilidad recae en la política “especial” que tiene Estados Unidos con estos países, que generan pobreza extrema y consecuentemente migración.
En segundo lugar, se refieren al tema trillado de combatir a las mafias de coyotes, traficantes y tratantes. Recordemos al publicitado GAI (Grupo de Acción Inmediata) para combatir a las mafias, creado en diciembre de 2021 y donde participan varios países para expiar sus culpas, después del accidente de un tráiler en Chiapas en el que murieron más de 50 migrantes.
En tercer lugar, se hace referencia a la urgencia de regularizar a la migración indocumentada y especialmente a los DREAMers o DACA. Por lo que se sabe, el gobierno de Biden no ha hecho nada al respecto, pero es una tecla importante que no hay que dejar de tocar, tocar y tocar.
La novedad, al final, con las firmas, es que no aparece el comisionado Francisco Garduño, ¿impresentable…? y sí su asesor Armando López Cárdenas que entre sus credenciales tiene la de saber inglés y estudios de administración pública.
Esta y otras reuniones ponen en evidencia la relevancia que tiene el tema migratorio, que ha servido para chantajear a México con imponer aranceles; que sirve en la actualidad a los republicanos para chantajear a Joe Biden con el tema del apoyo a Ucrania y de paso presionar a México para que haga el trabajo sucio de contención y, no menos importante, que es un tema fundamental en el debate electoral en Estados Unidos, donde México figura como piñata.
Habrá que darle el crédito de esta declaración de la Casa Blanca a la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena. No obstante, la bola y la letra chiquita del acuerdo queda en Gobernación, con una subsecretaría dedicada a los derechos humanos, pero que no ha hecho casi nada en el tema de población y migración en lo que va del sexenio. Al parecer, todo el peso de la gestión migratoria recae en Francisco Garduño.
Lo que sí funciona en la Segob es la Unidad de Política Migratoria (UPM) que propiamente es una unidad de estadística migratoria, la cual nos permite entender y localizar los focos rojos que están prendidos prácticamente en todo el globo terráqueo.
El reporte de la UPM señala como principal foco rojo a Venezuela, con la detención de 194 mil migrantes irregulares hasta noviembre de 2023 y que representa dos terceras partes de la emigración que proviene de Sudamérica. En segundo lugar figuran Honduras con 106 mil migrantes y Guatemala con 72 mil, estos dos países representan 81 por ciento de la emigración que viene de Centroamérica. Cabe señalar que el nuevo miembro del grupo centroamericano es Nicaragua con 15 mil migrantes detenidos, país que no figuraba anteriormente.
Los focos rojos en el Caribe están puestos en Haití con 41 mil detenciones y en Cuba, con 24 mil, que representan 73 por ciento de la emigración caribeña.
También hay que considerar a la creciente migración de tránsito que proviene del continente africano y asiático. En el caso de África se detecta una gran dispersión, prácticamente todos los países africanos están representados este año, con algún migrante irregular y en total fueron 51 mil. Destacan Senegal con 17 mil, Mauritania con 8 mil y Guinea con 8 mil.
En el caso de Asia se registró a 41 mil migrantes irregulares, con mayor concentración en China con 12 mil, India con 11 mil y Uzbekistán 5 mil.
Con cifras muy menores figuran Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) Europa y Oceanía. En total, la UPM informa que se contabilizó a 686 mil migrantes irregulares, lo que constituye un récord en cuanto a registros. Pero sólo fueron deportados 53 mil.
Si a esto le sumamos que la Patrulla Fronteriza reportó que para el periodo fiscal 2022-2023 fueron registrados 3.2 millones de “encuentros” en la frontera y en el 2022 fueron 2.7 millones, el asunto toma proporciones mayúsculas. En este rubro habría que descontar a los mexicanos, unos 600 mil, de los que el comunicado no dice nada.
México se ha convertido en un destino global como país de tránsito para llegar a Estados Unidos. No sólo eso, es el “último de país de tránsito” continental, donde los migrantes se enfrentan al muro, el río Bravo, el desierto y la Patrulla Fronteriza. El Darién ha perdido su prefijo de Tapón y el corredor migratorio se ha extendido hasta la Patagonia y el mundo entero. Y ya no hay marcha atrás.
Sin embargo, a fin de cuentas, para Estados Unidos es más importante Ucrania que América Latina.