Ciudad del Vaticano. El cardenal conservador estadunidense Raymond Burke, uno de los críticos más feroces del papa Francisco, tuvo este viernes su primera audiencia privada con el Sumo Pontífice en siete años, un mes después de que el Santo Padre dijo que le estaba despojando de algunos de sus privilegios vaticanos.
Al ser consultado por Reuters a la salida de su residencia en Roma si la reunión había ido bien, Burke respondió: "Bueno, sigo vivo".
El cardenal, de 75 años, declinó hablar más sobre el contenido de la que fue, según los registros del Vaticano, su primera audiencia privada con Francisco desde el 10 de noviembre de 2016.
Vestido con un abrigo negro hasta el suelo y un sombrero negro y con cuentas de rosario en la mano izquierda, se alejó por una calle cercana al Vaticano.
El Vaticano incluyó la reunión en la agenda oficial del Papa, pero, como es habitual, no dijo lo que se discutió.
El mes pasado, Francisco dijo a los funcionarios del Vaticano en una reunión ordinaria de jefes de departamento que había decidido despojar a Burke de algunos de sus privilegios en el Vaticano, incluyendo un departamento de alquiler subvencionado, según una persona que estaba en la sala en ese momento.
El funcionario citó al Sumo Pontífice diciendo que Burke estaba "trabajando contra la Iglesia y contra el papado" y que había sembrado la "desunión" en la Iglesia.