Por semanas han recorrido en miles de medios de comunicación los 20 desplegados salidos de Enlace Zapatista que han hecho el ahora capitán Marcos y el subcomandante Moisés, ambas plumas retratan con una fineza la aguda visión que tiene sobre la realidad social. Quedándome un sabor agridulce al leer lo firmado por el capitán Marcos, textos que retratan la necesidad de transformación ante circunstancias externas e internas del movimiento.

Las publicaciones comienzan con el poema de Rubén Darío “Los motivos del lobo” donde retrata la falta de empatía que tenemos con la naturaleza al no comprender el daño que le hacemos al no escucharla. Siguiendo con la historia de Deni, una niña indígena maya, hija de insurgentes indígenas zapatistas que le pusieron ese nombre para honrar la memoria de una compañera que murió.

El cuarto desplegado firmado por el sub Moisés nos da aviso de una serie de acontecimientos que están por venir, desde el cambio estructural que se viene discutiendo desde las bases, hasta la celebración de los 30 años del levantamiento zapatista. Será hasta el noveno desplegado que el sub Moisés nos dé un panorama de la nueva estructura de las comunidades autónomas.

El sub Moisés explica la desaparición de los municipios autónomos rebeldes zapatistas (Marez) y las juntas de buen gobierno (JBG) para dar nacimiento a los gobiernos autónomo locales (GAL), habiendo un GAL en cada comunidad donde habitan bases de apoyo zapatistas. Los GAL zapatistas, explica Moisés, son el núcleo de toda la autonomía y serán coordinados por los agentes y comisariados autónomos y están sujetos a la asamblea del pueblo, ranchería, comunidad, paraje, barrio, ejido, colonia, o como se nombre cada población.

Al tener como núcleo la comunidad, los GAL tendrán la oportunidad de organizarse de manera regional, creando así los colectivos de gobiernos autónomos zapatistas (CGAZ), en que se discutirán y se tomarán acuerdos sobre asuntos que interesan a los GAL convocantes. Un cambio de estructura significativo, ya que el mando y la coordinación de la autonomía será trasladado de las JBG y Marez, a los GAL.

Noticias sorprendentes de cómo los pueblos organizados zapatistas evolucionan para dar respuesta al mundo regido por el capitalismo rampante y violencia sistémica, el sub Moisés incluirá esto en su desplegado, al exponer que el EZLN sufrirá cambios en su estructura, a modo de aumentar la defensa y seguridad de los poblados y de la tierra, debido a las agresiones, ataques, epidemias, invasión de empresas depredadoras de la naturaleza, ocupaciones militares, entre otras.

Lo agrio que miro en los desplegados del capitán Marcos, es el enorme abandono que continúa por parte de los gobiernos de los tres niveles hacia las poblaciones chiapanecas que se hunden en la violencia. Cita que los “especialistas” en todo y conocedores de nada siguen ignorando los repliegues militares, los desplazamientos forzados y los avances del crimen organizado.

Se lee en la entrega 14 la plática que tuvieron el capitán y el subcomandante una madrugada de noviembre, que lo denominarán “La grieta como un proyecto”, la idea de abrir una grieta en un mundo lleno de problemas que enuncia Marcos, desde el número de desaparecidos en México hasta la cifra de fallecidos palestinos por el Estado de Israel; cosas que se discuten en asamblea para tomar una decisión sobre el “qué sigue”.

La idea de una grieta que ayude a construir una puerta a un mundo mejor, será aquí donde el capitán Marcos mostrará la esperanza por voz del sub Moisés, “¿por qué decimos que a la pesadilla que ya está, y que no hará sino empeorar, seguirá un despertar? Bueno, porque hay quienes, como nosotros, estamos empeñados en mirar esa posibilidad. Mínima, es cierto. Pero todos los días y a todas horas, en todas partes, luchamos porque esa mínima posibilidad”.

El mismo capitán hablará de la importancia de la memoria en la rabia, esa palabra que la vienen heredando desde 1994, y que se ha ido cargando de memorias, Marcos dirá que ésta es el alimento de la rabia, la raíz del árbol de la dignidad y la rebeldía: “Los pueblos zapatistas, cuando miran al pasado, miran y hablan a sus muertos. Les piden que cuestionen el presente –con ellos incluidos–. Y así es cómo se asoman al futuro”.

Es en esta afirmación que se cargará la dulce esperanza reunida por 30 años de lucha y resistir, la dulzura de saber que no están solos, que no estamos solos, que somos muchos los proscritos, y que la rabia será un motor para la transformación, porque lo han demostrado, y nos han dado herramientas para sabernos que en el mundo que conocemos puede existir algo mejor.